Manuel Rodríguez, director xeral de Defensa do Monte: «Los incendios no están vinculados con los pagos de la PAC»

Manuel Rodríguez Vázquez (Ferrol, 1967), director xeral de Defensa do Monte de la Xunta, revisa los datos de incendios del año 2021 -el mejor de la historia de Galicia por el número de fuegos que bajó de mil por primera vez, remarca- a la vez que recuerda que ha tenido unos días ocupados en Ourense donde ha estado ardiendo el monte en los últimos días de enero. 

-¿Un buen dato el de los incendios en el 2021?

-La pasada campaña fue la mejor de la historia de Galicia, bajamos de mil incendios por primera vez. El contexto es de una serie histórica de años en bajada. Lo importante es estabilizarse en menos de dos mil igniciones. Ya llevamos cuatro años con menos de ese número. El siguiente reto es estabilizarlo. Hay que ver las series a lo largo del  tiempo y la tendencia está clara, más allá de fines de semana como este pasado (el último de enero). Es la clave, las series. Habrá años, semanas malas. La guerra no acabará pero hay que luchar por un país gestionado, en el que los incendios provoquen el menor daño y sean lo menos virulentos posible.

-¿Qué hay detrás de los fuegos de invierno?

-En la cornisa cantábrica, sobre todo en Asturias, hubo incendios «típicos» de invierno en el mes de diciembre. Nosotros los hemos tenido en esta última semana de enero, con 35 o 36 durante el fin de semana. Los incendios de invierno son menos peligrosos porque son menos rápidos, hay menos combustible y más humedad y suelen ocurrir en zonas altas de las sierras, donde no hay población. Los fuegos que entran desde Portugal son semejantes a los de aquí, pero en Galicia la política es de incendios cero y hay que apagar todos los que salgan. Y son difíciles de apagar porque ocurren en zonas altas de Entrimo, de Calvos de Randín, a las que no es fácil llegar. Si la media de llegar a un incendio es de veinte minutos, a estos se llega cuando ya llevan varias hectáreas ardidas por la dificultad de la orografía. Han sido fuegos de frontera, con condiciones de viento sureste.

-¿Se ha comprobado si son fuegos relacionados con la generación de pastos?

-En Galicia se investigan todos los incendios. No hay una única causa. Es un problema complejo y existe una multicausalidad. Sí es cierto que los fuegos de invierno en la Cordillera Cantábrica, en general, y en zonas europeas de media y alta montaña son para la regeneración de pastos, de una forma que se entiende mal porque la gestión del territorio no se puede hacer de forma descontrolada. Pero en Galicia, el problema lo tenemos con los incendios de verano.

-¿Revisaron los datos de la PAC, hay alguna vinculación comprobada?

-Los incendios no están vinculados con los pagos de la PAC. Hemos cruzado los datos de fuegos con los de las ayudas recibidas y no hay relación. Esto no funciona de un modo tan fácil y no se puede vincular a un ganadero que legalmente aprovecha el monte. Además, la ganadería extensiva es el mejor medio de gestión del monte en media montaña. Se llevan la mala fama por algún caso individual.

-Entonces, ¿por qué se producen?

-En Ourense, la humedad del combustible es baja, tanto en el estío como en invierno. En verano se suma el calor y la falta de precipitaciones. Las heladas fuertes también desecan el combustible. Las condiciones extremas provocan efectos semejantes. El viento cambió el lunes y el martes a componente norte/nordeste, que es más intenso y desecante, en la fachada atlántica, mientras que en interior predominó el del sur. Ha habido más de treinta igniciones pero menos de doce incendios. Aunque las quemas ya están prohibidas desde el sábado 29 de enero, pudo haber quien no se enterase o hiciese caso omiso. Otros fueron intencionados.

-¿Se hacen otros esfuerzos desde la Consellería ahora, más allá de la extinción?

-La UIFO (Unidad de Investigación de Incendios Forestales)  lleva seis meses y hay que ser prudentes a la hora de presentar resultados. Pero nos interesa destacar su profesionalidad y estructura innovadora dentro de la guardería estatal. Estamos orgullosos de los resultados que nos han dado. Desde la Consellería, tratamos de mentalizar a la sociedad de la importancia de la gestión eficaz del territorio. Podemos hacer una labor preventiva, de extinción y de investigación pero necesitamos que la sociedad, y los propietarios que ocupan el territorio, vean que la gestión del monte, o su falta de gestión, es lo que se vincula con los incendios. Las hectáreas productivas no arden. Lo que es peligroso es el monte abandonado. Es una responsabilidad de todos, cada uno tiene la suya, los propietarios tienen que cultivarlo o sacar un rendimiento, pero deben mantenerlo.

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