No puedo evitar imaginarme a Gonzalo Pérez Jácome paseando por la feria Municipalia de Lleida, a donde ha viajado junto a un funcionario y dos asesores para conocer los últimos equipamientos y servicios para ayuntamientos. Como es habitual, el alcalde de Ourense ha difundido en redes sociales sus experiencias y ha publicado una foto suya montado en un trenecito. Según dice, en el pliego para renovar la flota del transporte urbano, se incluirán dos nuevas unidades para el «tren das termas». Más tarde publicó otra foto, en este caso de dos elementos con forma de animal (un oso y un gorila) que en sus espaldas tienen juegos de escalada para niños. «¡Adjudicados!», proclamó el alcalde, que no ha aclarado si se los traerá en la baca del coche o en la bodega del avión.
Porque lo cierto es que ni de este viaje ni de ningún otro de los que ha realizado hasta ahora a costa del Concello se conocen detalles básicos para su fiscalización pública. La flamante web municipal, estrenada recientemente y elaborada por el centro de inteligencia artificial, ni siquiera tiene el apartado que la versión antigua reservaba para detallar los viajes oficiales. Hay que recordar, en todo caso, que nunca llegó a utilizarse, ni en este ni en mandatos anteriores.
No seré yo el que dude de la necesidad de que sea el alcalde en persona el que tenga que acudir a visitar una feria de este tipo en representación del Concello, pero si el viaje lo hace en la condición de regidor, debe actuar con la máxima transparencia e informar claramente de lo que ha costado y para qué ha servido.