El aparejador que atajó el incendio en primera instancia: «Traté de apagar, lo que pude, porque no se veía casi nada»

Javier González Sobrado
javier g. sobrado OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Un trabajador de urbanismo que fue jefe de bomberos, fue el primero en acudir al fuego de ayer en la rúa Padre Feijoo

22 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A la jornada de este miércoles le bastaron un par de horas de buena mañana para deshacerse de la normalidad en la rúa Padre Feijoo. En este lugar, prácticamente limítrofe entre el casco histórico y el Xardín do Posío, un incendio originado en la librería A Nova alertó a los vecinos y a muchos de los transeúntes que pasaban por allí. El IES Otero Pedrayo y el edificio de Urbanismo provocan que a esas horas del día, la zona esté muy concurrida, y fueron muchas de las personas que transitan estos dos lugares las primeras alertadas por el humo y el olor del fuego.

Fue una suerte que uno de ellos fuese José Ramón Sánchez Feijoo, un aparejador de Urbanismo con experiencia en extinción de incendios. «Fui oficial de bomberos en Ourense durante cinco años y después estuve de jefe del servicio de bomberos en Santiago durante otros dos», explica. Sánchez Feijoo se hallaba a escasos metros del local donde se originaron las llamas, tomando un café, cuando vio humo salir por la puerta. «En cuanto lo vi supuse que era un incendio», apunta. Rápidamente, se metió en la librería y pidió a la propietaria que se marchase. Al mismo tiempo, un obrero acudió al edificio al suponer también el origen del humo, y le facilitó un extintor. «Traté de apagar, lo que pude ver, porque no se veía casi nada», apunta. Tras agotar la carga del dispositivo y acabar también con el contenido de un segundo, el aparejador decidió que lo mejor era llamar a los bomberos. «No es recomendable hacer esto sin contar con un equipo especial para este tipo de circunstancias», subraya.

A la espera de avances en la investigación, las primeras hipótesis apuntan a que el fuego comenzó en el almacén del local y tuvo origen eléctrico. La intervención de los bomberos resultó compleja, por el tipo de objetos que normalmente hay en una librería. «Es material inflamable que hay que remover y asegurarse de que queda bien mojado para que las llamas no se sigan extendiendo», explicaba un operario del cuerpo de Bomberos.

Además, en medio de la operación ocurrió lo que los bomberos definieron como «un pequeño susto». Una explosión, provocada por un bote metálico de desinfectante, los alertó. Aún así, la actuación fue rápida y hacia las 10.30 horas de la mañana el fuego se hallaba extinguido.

Agentes de la Policía Local cortaron el tráfico en la rúa García Mosquera, perpendicular a la Padre Feijoo, y los vehículos policiales y de bomberos ocuparon la práctica totalidad del vial donde ocurrió el incendio. A las 10.45 horas, se restableció el tráfico habitual en la zona. Al margen de los daños materiales se dio una incidencia de tipo personal, por lo que una ambulancia del 061 se tuvo que desplazar hasta el lugar de los hechos. Según trasladó el equipo de urgencias, una mujer de mediana edad sufrió un ataque de ansiedad por la situación.