Un paseo por las estrellas y los sueños

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

La visita de Sus Majestades al auditorio de Ourense llenó de ilusión a pequeños y mayores

06 ene 2021 . Actualizado a las 16:32 h.

Nada más llegar, un arco de flores y unos enormes vasos de leche dan la bienvenida al lugar. Tras comprobar la reserva y medir la temperatura, los niños y sus acompañantes —máximo grupos de cuatro personas— son repartidos a una doble fila para esperar su turno de acceso. Unos cuantos niños grandes, dormilones y risueños, se encargan de amenizar este ratito de espera ante la entrada del Auditorio de Ourense. Todo el mundo con mascarillas y con distancias de más de metro y medio entre cada familia. Se abren las puertas y surte la magia. En la recepción está nevando, los carteros reales —que guardan un llamativo parecido con los chicos del grupo Priscila— entonan los villancicos más cañeros y conocidos. Todos los rincones están llenos de regalos y de pronto aparecen osos polares, luces y más regalos. Es solo la antesala, lo más importante está a tan solo unos cuantos metros, después de subir las escaleras de acceso a las butacas: la recepción de los Reyes Magos de Oriente.

Ya sentados, cada cual con sus acompañantes y a unos cuantos asientos de distancia del siguiente niño, llega el momento de conocer a aquellos que esta noche se encargarán de cumplir todos los sueños. Inquietos, embobados y alegres, los pequeños se retuercen en sus sitios, impacientes por ver de cerca —o de forma estática, mejor dicho— a Sus Majestades. Esta es la forma de sustituir la tradicional cabalgata. Sin empujones, sin pisotones y con total seguridad frente al covid-19. Se apaga la luz y suena la voz de la ourensana Gloria Nóvoa. Su timbre cantando el villancico que anuncia a los Reyes Magos se cuela entre los abrigos de los asistentes para poner los pelos de punta. Ella es la estrella de Oriente. Y mientras en el techo se proyecta el firmamento y su voz se apaga, de repente se abre el telón: Melchor, Gaspar y Baltasar sobre el escenario. Como reacción un montón de aplausos y muchas risas —y algún que otro llanto de un bebé que no entiende—.

De astronomía y cultura

Los Reyes en su visita a Ourense de este 2021 recién estrenado han optado por mostrarle a los niños cómo es su versión más personal. Les han hablado de su pasión por la astronomía, guiándoles a través de un paseo por las estrellas, y les han recordado la importancia de valorar a los seres queridos y demostrárselo, aunque ahora sea mejor con sonrisas y detalles, sin abrazos ni besos. «Hai mil maneiras de compartir o voso amor», decía Melchor. No se han olvidado de felicitarles por su comportamiento «exemplar» después de un año tan duro como el 2020. «Os adultos temos moito que aprender de vós. Estades dando unha lección e tedes mérito de sobra para que nós cumpramos con todos os desexos das vosas cartas», apuntaba Gaspar. En exclusiva para La Voz, Baltasar añadía: «Estamos encantados de estar en Ourense e máis neste auditorio que nos encanta, porque nós somos moi aficionados ao teatro». «Tes razón Baltarsiño, porque a cultura non só é segura, a cultura cura», terminaba Melchor. Puede que por eso, decidiesen cerrar su discurso citando a un autor de la Xeración Nós, con la frase de Antón Losada Diéguez: «Arriba os corazóns, ollando o porvir e ceibes os nosos brazos farán unha Galiza nova».

Talento ourensano

En ocho pases de 240 personas en cada uno, casi 2.000 personas pasaron por el auditorio este martes para disfrutar de la visita de Sus Majestades. De crear todo este mundo mágico, que deambulaba entre la realidad y los sueños más hermosos, se encargó la ourensana Laura Míguez. Para ello se apoyó en el talento de la ciudad, con un equipo de músicos y actores de la provincia. «Este ano foi moi complicado e entre todos quixemos construír este mundo de ilusións e facer da necesidade virtude», admite la actriz y directora. Lo hicieron en tiempo récord, en tan solo unos días de ensayos, aunque toda la dramaturgia se pensó con antelación. También fruto de la capacidad artística local, escrita por María Peinado, con ideas de Fernando González y la propia Laura. «É un espectáculo moi sensorial para os pequenos pero tamén con literatura e discurso para os máis grandes. Quixemos xerar emocións e recordar que toda proposta cultural é deixar un patrimonio para o futuro», termina. Sin duda, emocionaron. Lo decían los ojos de asombro de los niños a la salida, también los de sus padres. «Ha sido una pasada. Nos han contado una historia muy bonita y han prometido traernos todos los regalos», decía Dani, al terminar su visita al auditorio. Y eso que para algunos, la jornada empezó con incertidumbre. «Estoy ilusionado y con muchas ganas de verlos», explicaba Iker. Su hermana pequeña, Vega, admitía: «Estoy nerviosa porque todo es distinto». Y se podría decir que fue incluso mejor que otros años. Les esperaban muchas sorpresas, las mismas que deseaban vivir Jorge y su hermano Anxo, detrás de ellos en la cola. Sus madres, contentas con la iniciativa del Concello de Ourense, Paula Álvarez y Carmen Garrido, respectivamente, se mostraron muy optimistas con los regalos que los Reyes dejarán en el árbol. «Se han portado muy bien y eso se verá recompensado seguro», terminaba Carmen. Y hasta el año que viene.