Malos tiempos para la lírica

tareixa taboada OURENSE

OURENSE

Iria Rodríguez

51 exposiciones, 51 crónicas de Arte para cerrar el año de la pandemia

18 ene 2021 . Actualizado a las 18:50 h.

«Si me preguntas para qué vine a este mundo, te responderé: para vivir en voz alta». Zola.

Hemos descubierto, tras largos meses de angustia y confinamiento con los motores apagados y congeladas las prisas, cuán necesaria es la labor de los artistas para llenar nuestra alma y del arte para recordarnos que tenemos una; siendo el antídoto para aliviar esos vacíos cotidianos de la rutina que hemos ido descubriendo en el silencio de nuestra compañía. El arte nos da alas, nos hace libres para encontrar ese equilibrio humano tan imprescindible y deseable como un abrazo en estos tiempos extraños.

A lo largo de este año que hemos dejado atrás, sepultando más que ilusiones y esperanzas, hallamos en el arte consuelo, empatía, valor, fortaleza y compañía.

Estrenábamos un año con miles de planes que se fueron aparcando en doble fila, proyectos ilusionantes que se fueron aplazando a medida que avanzaban los meses y caíamos en un estado febril de hibernación y desidia. Y allí estaban, los artistas, la cultura, como otros profesionales en primera línea de fuego, dispuestos a salvarnos de caer en el fondo de nosotros mismos.

Y aunque de otra manera, las salas, las valientes galerías de arte, los espacios expositivos, se fueron abriendo ante la imperante llamada de la cultura.

La galería de arte Marisa Marimón realizó una retrospectiva sobre Alberto Datas, Memoria, y nos sorprendió la hipnótica frescura de la obra de Jorge Julve, Soy un móvil. Fuimos El último hombre sobre la Tierra en las fotografías de Joan Alvado.

La galería de arte Visol arrancó con la exposición colectiva anual dedicada al Carnaval desde las distintas culturas presentes arraigadas a la idiosincrasia de cada autor.

Ana Hernández Sampedro, una de las más reputadas representantes del Surrealismo Pop y el Neobarroque, presentó su obra de soporte onírico. Con La Vuelta al mundo en 80 artistas, Visol presentó la VI edición de la colectiva de verano internacional.

Abel Barandela mostró su innovador lenguaje de enopintura con Arte y vino, exposición comisariada por Cristina Carballedo y Marcela Santorum cuelga actualmente en la conocida galería, Outredades.

El espacio de El Cercano, dirigido por Moncho Conde Corbal, realizó una retrospectiva de Pepe Conde Corbal. La galería Tony Ferrer presentó la colectiva Entre amigos e Xente do redor, de M. Coello.

La actividad que desarrolló el espacio de arte Roberto Verino se abrió con el Universo personal del escultor Luis de las Cuevas de quien tomó el relevo Xosé Vilamoure con las 27 extraordinarias variaciones plásticas sobre la fotografía de Irving Penn, Mujer bañándose. Marita Carmona expuso el sorprendente trabajo Humo y Spefan Lupea actualmente cuelga Hilo conductor.

De las pandas del Liceo pendían las obras de Fernando Barreira y X. Rivada en Dous de dous. Y las de 35 artistas altruístas congregados por Paco Ascón en Unha viaxe solidaria e creativa á vida.

A Casa dos Poetas de Celanova expuso la colección de grabado Múltiple. El Museo Etnográfico de Ribadavia mostró el legado cultural de la Agrupación Abrente, la Biblioteca del Campus de Ourense, Sen moldes III, trabajos de los alumnos de la Facultad de BBAA y la Biblioteca de Ourense, magníficos grabados de X. Poldras.

En la calle hipnóticas fotografías del proyecto Génesis de Sebastiáo Salgado, Os Nosos Fondos en el Museo Municipal y Cromática bienal de arte joven. Los fondos pétreos del Museo Arqueolóxico Provincial en Lás.

En el café Ollo Ledo Alfonso Rodríguez colgó Aisthetikós y en la Librería Eixo pudimos ver los collages de Mª Elena Álvarez y Josefina Nuñez reunidas por su comisario José Francisco Cantón.

La sala Alterarte del campus de Ourense mostró la obra de Óscar Raña, propuesto por González-Alegre y en la sala de Afundación Sacrificio e Ascensión, 15 anos de cómic de David Rubín.

La sala José Valente exhibió una retrospectiva de Carmucha Vázquez Prats, mostró a través de la fotografía de Isidro Tascón la idiosincrasia del pueblo cubano en Réplica, y muestra actualmente la fascinante colección de dibujos y grabados que da forma a Los caprichos desnudos de X. Poldras.

En Elga Interiorismo se dieron cita Ehlaba Carballo de Dios con su personal mirada sobre la naturaleza en Cuentan las leyendas y la artista griega Sula Repani con el trabajo Y la luna estará llena para siempre.

El Centro Cultural Marcos Valcárcel mostró la pintura de Juan Rivas, la exposición Vendidos de Ángel Soldevilla y Luis Vecino, una retrospectiva sobre el escultor Buciños, comisariada por Cuqui Piñeiro, 25 años de cine OUFF y la plástica de Fiz Valcárcel.