¿Cómo conduces?

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

04 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando me saqué el carné -superando de forma notable el número de clases prácticas de mis hermanos mayores, ejem- y empecé a conducir, mi principal preocupación era llegar entera. Con el paso del tiempo, y de los kilómetros, fueron surgiendo otras prioridades, aunque el respeto a la carretera siga estando ahí. Así, me empezaron a preocupar otra cosas: no rascar el coche, aparcar con menos maniobras, buscar conductor alternativo si había bebido... y también que no me cayera una multa. Pero reconozco que esto último fue algo que me duró poco, muy poco. Salvo error u omisión cumplo las normas cuando conduzco. Así que, ¿por qué voy a estar pendiente de las multas? Reconozco que pongo cara de póker si me adelanta una patrulla y que sudo si me hacen soplar en un control aunque haya bebido una coca-cola. Es lo que tiene la autoridad. Pero más allá, ¿por qué voy a tener problemas con que la Guardia Civil extienda una receta? Todo lo contrario. Aplaudo cada control de velocidad, de alcohol o de drogas. Porque cuando los agentes interceptan a alguien que no está en condiciones de conducir o que lo hace de forma imprudente me está protegiendo a mí o a ese familiar al que le he pedido que me mande un mensaje cuando llegue a su destino.

Sé que en la Guardia Civil no gusta que se conjugue el verbo cazar cuando, en los medios de comunicación, nos referimos a una de sus actuaciones. Porque creen que se interpreta como que van a pillar. Nunca le había dado demasiada importancia hasta que algunos de sus integrantes me lo hicieron ver. No resulta fácil, desde su punto de vista, entender esa expresión. Es probable que exista alguna más afortunada. Pero, en lo que a mí se refiere, tengo justificación para usarla. No porque crea que un agente, cuando hace su trabajo, está ejerciendo de cazador. Es más bien porque ese conductor que va a 200, ese otro bebido hasta las trancas y aquel otro que da positivo en drogas son auténticos animales. Y es una tranquilidad saber que alguien puede hacer algo al respecto, se le llame cazar o de otra manera.