El comercio confía en incrementar en un 2 % las ventas en las rebajas

sara p. peral / C. A. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Agostiño Iglesias

Los empresarios demandan una normativa que regule los períodos de principio y fin

18 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A falta de que finalice la última quincena de agosto, la asociación de comerciantes del centro de la capital ourensana parece satisfecha por cómo ha ido el inicio de la campaña de rebajas de verano. Luis Rivera, su presidente, comenta: «Comenzó bien, pero como todas lo hizo con mucha efusividad. Luego se mantuvo en el tiempo». La buena climatología y los turistas permitieron que los ritmos de ventas del textil fueran continuos, un sector muy numeroso y potente, que se posiciona como el que más beneficios ha obtenido en esta campaña de rebajas, según explica Rivera.

Los comerciantes ourensanos esperan recuperar la situación de la temporada pasada de verano y confían en aumentar las ventas en un 2 % en esta última quincena. No obstante, para ellos las percepciones son más importantes que las cifras, pues estas guardan relación con otros factores. Y aunque los comercios esperan que esta campaña finalice de la mejor manera, siguen a la espera de alguna regulación que los proteja. Una normativa que, según Luis Rivera, presidente de la asociación de comerciantes del centro, «es la gran lucha que tenemos desde hace 6 años. Nos limita y mientras no haya unos responsables políticos sensibilizados con el sector no se podrá hacer nada». El balance definitivo llegará con las primeras semanas de septiembre, cuando la temporada de rebajas de verano haya llegado a su fin.

Los verdaderos protagonistas de estas campañas son los consumidores, ya que gran parte de la responsabilidad de que los resultados sean buenos o malos depende de ellos. El comportamiento de cada cliente varía en función de las necesidades de la persona o su situación económica, pero en la mayoría de los casos «algo siempre cae», asegura Laura Salgado, una ourensana de compras por la ciudad. Hay varios modus operandi en la campaña de rebajas. Mientras algunos optan por ir diariamente a ver si encuentran la mayor de las gangas, otros acuden solo un par de veces. «No soy de las que van todos los días a ver si se lleva algo», esclarece Salgado. Andrea García y su madre, María José Pérez, esperaron hasta la segunda semana de agosto para comenzar con sus compras. «De momento nos hemos gastado 150 euros en tiendas, pero todavía no hemos terminado la ruta», explican madre e hija.

Por su parte, Alma Navarro y Ruth Guilera afirman: «Este año sí que hemos consumido más, porque hemos mirado con tiempo y por eso encontramos cosas mejores». Las dos jóvenes han invertido 400 euros cada una en sus compras. Otro caso muy esclarecedor de que otro comportamiento es posible es el de Mari Carmen Lorenzo, que suele utilizar el período de rebajas para comprar prendas necesarias que utilizará durante todo el año.

Los clientes también transmiten, de cierto modo, sus quejas directamente a los pequeños establecimientos, que no pueden hacer nada antes las posibilidades que ofrecen las grandes cadenas.

Un ejemplo que comenta Andrea Rivera, trabajadora de una zapatería es que: «Un mismo producto cuenta con un porcentaje mayor de saldo en un lugar determinado que en otro. Y los consumidores siempre comprarán el que cueste menos». O que la nueva colección llegue a la estanterías con un descuento inicial del 25 %.