A veces araña y otras soy mosca

tareixa taboada OURENSE

OURENSE

Álvaro Vaquero

Las fábulas contemporáneas de la artista Tamara Wassaf, en el Espacio de Arte Roberto Verino

27 nov 2017 . Actualizado a las 19:36 h.

«Sólo veía sus ojos, muy claros, que me examinaban atentamente, sin expresar nada definible. Tuve la extraña impresión de ser mirado por mí mismo». Albert Camus.

El Espacio de Arte Roberto Verino, fiel a su compromiso con el arte contemporáneo, presenta en su plataforma expositiva la fotografía performativa de Tamara Wassaf dentro del proyecto ideado por Benito Losada como Outono Fotográfico que se ha ido consolidando y expandiendo durante décadas. Comisionado por Víctor Nieves, la muestra plantea la imagen intervenida resultado del proceso de cosificación del cuerpo al desplazar conceptos como identidad, en esa ambigüedad creativa que multiplica esta en posibles alteridades, un ejercicio del cuerpo como estructura, montaje de la escena que transforma el espacio en territorio íntimo. Un retrato expandido que impregna su acción performática como una trashumancia del cuerpo convertido en bien patrimoniable que transforma la utopía de abstracta a histórica, estéril o inconsciente del planteamiento marxista en una utopía concreta, basada en la reflexión y la introspección en la línea de Levites y Bloch.

Fábulas como símbolo, imágenes de deseo en el espejo que desvelan la identidad del cuerpo más allá del mismo. Visión de re-existencia cultural, pertenencia e identidad femenina. Las consecuencias concluyentes del postindustrialismo son, dentro del campo conceptual y estético contemporáneo el rescate de la memoria y de objetos o espacios descartados, bienes en desuso de un hábitat despiadado y urbano que rescata vestigios del pasado para reflexionar de manera introspectiva y silenciosa sobre la atrocidad de una sociedad desmesurada, apremiante y destructiva heredera del capitalismo actual. Tamara plantea una visión descolonizadora desde una ficción de sí misma más allá del simulacro.

Una disolución del ego sin desafiar los parámetros estéticos de una cultura eurocéntrica y patriarcal. Aun manteniendo la identidad de género, el cuerpo expuesto y reservado sin la denuncia de presiones políticas, religiosas o sociales que sufre el cuerpo de la mujer como en el caso de Orlan, Leo Chiachio & Daniel Giannone o Cindy Sherman en las escenificaciones situacionales que crea para visibilizar y reestructurar el rol histórico de la mujer. La construcción de la identidad se fundamenta con personalidad independiente de características genéticas y contextos culturales heredados que el individuo explora y descubre desde fuera de sí mismo como desdoblándose en otro, con la ambigüedad vacilante del extranjero en los espacios en blanco que de nuestra personalidad descubrimos en nuestras alteridades, en todos aquellos que podríamos haber sido o que somos a veces de manera inconsciente.

Las múltiples personalidades que afloran en un espacio acotado, alienado o vacío con una sinestesia de colores y olores que transportan la memoria a la acción.

Expresión de todos los yo que habitan en mí misma. Un recorrido por los pliegues del interior del estómago, por las arrugas de una tela que oculta el espacio que ocupa el cuerpo debajo. Pliegues que se forman en volúmenes reservados en dialogo con el vacío que ocupan y desplazan.

A veces mosca, curiosa y ansiosa buscando una protección póstuma en la tela de araña que la envuelve y engulle. Otras, araña esquiva y atenta, peligrosa, al acecho como asesino del descuido de su víctima atrapa en hilos de finísima baba. Coexistencia de opuestos, en paisajes escenográficos, hábitats contemporáneos habilitados para el paso. No-lugares de tránsito para el cuerpo y su ausencia. Texturas más allá de la materia construidas por imágenes alucinantes, ensoñaciones y visiones de un surrealismo próximo a lo onírico en la utilización descontextualizada de los objetos como vehículo expresivo y prolongación del cuerpo. Una reutilización de los mismos como materias de carga, elementos encontrados que situacionalmente y como performance sugieren esa necesidad de romper el plano del lenguaje reservado al soporte.

Dualidad entre lo humano y lo artificial en una asimilación de pérdida de valores que simultanea la muerte de las cosas convertidas rápidamente en desechables y la caducidad de lo orgánico del cuerpo en una concomitancia de planos que confunden presente, pasado y futuro en un juego de contrarios de efímera permanencia. Imágenes en construcción para un nuevo humanismo más allá de la era tecnológica.