La canasta

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE

20 oct 2017 . Actualizado a las 19:51 h.

La vida está llena de momentos simbólicos. Son esas situaciones que incluyen un mensaje de fondo. Eso es lo que sucedió el domingo en el Paco Paz. Con todas las miradas informativas puestas en la ola incendiaria que sufría la provincia de Ourense y el sur de Galicia, pasó casi desapercibido el percance de la canasta del COB. Desconozco los pormenores técnicos que hicieran imposible la reparación de la canasta o si es lo normal que en una instalación de la segunda competición de baloncesto español no haya una canasta de repuesto. Pero no me negarán que el caso no parece una metáfora de la situación que atraviesa el club. A nadie se le olvida, sobre todo a los sufridos aficionados que cogen la bufanda y son fieles al Pazo llueva o haga frío, que hace ya más de dos años el equipo de Gonzalo García se ganó a pulso el ascenso a la pista. Lástima que el cóctel de la incapacidad de la directiva, la inestabilidad político y el desinterés de los inversores privados acabara con el sueño, que no se pudo alcanzar ni con un ascenso en diferido. El equipo siguió cumpliendo en la pista gracias a la varita mágica del entrenador. Pero este año parece que los mimbres para el cesto son peores que los del año anterior y que el técnico lo tendrá más difícil que nunca para obrar el milagro. Bastante reto será salvar la categoría. A llenar de ilusión el Pazo no ayudan las tres derrotas de salida, el desmantelamiento de la plantilla ni desde luego el esperpento de suspender un partido porque se rompa la canasta. Habrá que asumir que Ourense no quiere un equipo en la ACB y valorar si compensa mantenerse en una LEB Oro con cada vez menos tirón.