Parece ser que este gobierno de Rajoy tiene cierta obsesión con los emigrantes retornados. Primero fue Montoro que quería hincar el diente a las pensiones extranjeras. Después les tocó a los paisanos que navegaron por los mares de estas tierras bajo bandera de Noruega. Aquí los descendientes de los vikingos se hacen el sueco. Y el gobierno de Rajoy, en especial sección Exteriores, ni mu. Y mira que tenemos ahora como número 2 del Ministerio a un gallego de Ferrol que podría echar una mano. ¿Quién faltaba? Fátima Báñez, la ministra virginiana de Empleo, que desde hace semanas acojona a los emigrantes retornados de Venezuela y les embarga las cuentas bancarias por cobrar indebidamente unos complementos en la pensión española. La razón legal se basa en que Venezuela comunicó a España que algunos cobran a mayores una pensión caribeña, por lo tanto hay que devolver esos complementos cobrados a mayores. El problema reside en que desde enero 2016 Venezuela no ha ingresado nada de nada en las cuentas bancarias de aquí. Por parte del colectivo insisten que están dispuestos a reembolsar pero cuando venga la plata de Caracas. Pero eso a Fátima le importa poco, la ley es la ley, y punto. ¿Y aquella formación política que está supuestamente con la gente? Andan con otras historias mucho más importantes.