Gente importante

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Se lo digo a mis hijas aunque ellas todavía no lo entiendan. «Mi madre es mucho mejor que la vuestra». Mi madre, de hecho, me ayuda a mí a ser madre. Pero también hay otra gente, vestida de blanco o de verde, eso depende, que ayuda a otra gente y que consigue que mujeres que no pueden tener hijos acaben celebrando un día como el de hoy. Y no me refiero, en esta ocasión, al del trabajo. Me refiero al Día de la Madre, que se lo habrá inventado El Corte Inglés y todo lo que ustedes quieran pero que a mí me traerá una manualidad llena de pegotes y de amor que no se puede comprar en ninguna tienda.

Pero a lo que iba. En Ourense, y en Vigo por derivación, hay equipos de profesionales que han permitido que miles de mujeres hayan sido madres. ¡Cómo podían no gustarme las ciencias! En este cómputo no se contabilizan -así que hay que sumarlas- aquellas a las que se les agotaba el tiempo o la ilusión y recurrieron a la sanidad privada para acabar teniendo un bebé en el colo (ahí está mi palabra favorita en gallego). Un bebé, en una provincia como Ourense, cada vez más vieja, es casi petróleo. Es un auténtico tesoro. Para algunos, un milagro.

El servicio de orientación familiar de Ourense sabe mucho de esto: de las mujeres que llegan, con sus circunstancias, y de lo importante que son los niños para una sociedad que se muere de vieja. No es pequeña la lectura demográfica que se puede hacer de los tratamientos de fertilidad. Lo contamos hoy en La Voz: cada vez esperamos más para ser madres y se nos olvida que, aunque nos veamos muy jóvenes en el espejo, la procesión (en este caso la edad) va por dentro. Cuesta más que esta procesión, la de la infertilidad, vaya por fuera. No se habla de ello. Aunque en cualquier momento te puede romper el tabú una señora que no te conoce de nada y que, mirando a tus gemelas, te pregunta si había antecedentes en la familia. Pues no señora, no había. Pero ya los hay.

Así que en una semana en la que podría hablar de Pérez Jácome, o de Baltar, o del jefe de personal de la Diputación, me permitirán que hable de otra gente: de esas personas que trabajan para que algunas podamos ser madres (y padres), del (bendito) resultado de su trabajo, de nuestras madres... de gente importante.