Al médico

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

20 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay delincuentes, gente maleducada y personas que estallan. Así clasificaba una médica ourensana, esta semana en La Voz, los perfiles de aquellos que, una vez en la consulta, optan por el jarabe de palo. La doctora fue víctima de una agresión y amenazada de muerte. Una receta que no parece muy oportuno extenderle a la persona que va a sanarte, por mucho que tengas que esperar (o que no te haga un TAC o que no te dé esas pastillas que tú sabes que tienes tomar). No se puede reivindicar la asistencia sanitaria a golpes.

Sin necesidad de llegar a eso, y con más o menos razones (con más o menos razón), la sanidad se ha convertido en uno de nuestros temas favoritos a la hora de criticar. Hay que hacerlo, cuando toca, pero también toca, de vez en cuando, reconocer las virtudes de un sistema que te permite que en una misma semana a ti te curen una infección en Atención Primaria días antes de hacerte unos análisis para una revisión anual de un especialista; que a tu hija le solucionen una alergia en el pediatra;, que a tu madre le hagan una revisión en el hospital; que a tu hermano le den antibiótico en el PAC... Claro que nos encontramos con problemas o con profesionales que nos ponen más enfermos de lo que estamos. Pero sería injusto no decir en voz alta, por el hecho de dar por supuesta la atención sanitaria, que la máquina está engrasada y funciona... aunque a veces se atasque o tenga menos combustible.

Imagínense en Bélgica, donde hay que entrar al médico con la cartera por delante, por mucho que luego te lo reembolsen. Vale que Spain is different... pero a veces para bien.