Imagino, estimada candidata del PP al Senado, que cuando te vieron en la lista los ourensanos interesados en estas cosas de la política (bien sabes que son minoría), recordaron aquella canción de No me pises que llevo chanclas que decía: «¿Y tú de quién eres? ¡De Marujita! ¿Y tú de quién eres? ¡De Josefita!?». Si a ti te preguntasen, dirías: «¡De Soraya!». Sabemos que la vice de Rajoy te colocó en Ourense como se coloca un pendón en una procesión. Sabemos que eres otra política sin más experiencia laboral que la política pero desconocemos tu implicación con la provincia, tu plan para sacarla de la miseria (¿sabes que en 20 años perdió el 25% de la población?) o lo que hiciste por ella como asesora del Gobierno. Cuando te manden desde Madrid a hacer campaña, no nos vengas con milongas y cuéntanos la verdad: ¿Eres una infiltrada del PP de Madrid para limpiar el PP de Ourense? ¿Vienes a terminar con los derechos de pernada? ¿Te complacen los diálogos grabados de un jefe de tu partido con una joven con la que trocó sexo por promesas laborales? ¿Acabarás con las sagas y los puestos hereditarios? ¿Intentarás que ser político en Ourense sea un honor y no sinónimo de servilismo? Si este fuese tu cometido e intentaras cumplirlo, te disculparía haber sido nombrada por un dedo para que te refrenden parte de los 322.293 ourensanos que no saben ni de quien eres ni para que vienes.