Eso no se hace, eso no se dice

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

09 feb 2015 . Actualizado a las 21:05 h.

Eso no se hace, eso no se dice, eso no se toca. Fuimos muchos los que crecimos acunados por esa nana y ahora la repetimos aunque nuestras ansias de ser los mejores padres nos estén llevando a reinterpretarla. Al margen de que queramos ser guays y explicarle a nuestros niños, en plan superpedagógico, el motivo por el que eso no se hace, eso no se dice y eso no se toca... Al margen de que algunos te aconsejen hacerlo de una forma diferente o bien como toda la vida... Lo cierto es que hay cosas que no se hacen, cosas que no se dicen y cosas que no se tocan. A partir de ahí, apáñatelas como puedas. Son las reglas.
Esa es, resumiendo mucho las cosas, la realidad de vivir en sociedad. Luego está lo del Concello de Ourense que en lugar de salón de plenos tiene patio de colegio. O ni eso. Es probable que los niños sean más educados, menos marrulleros y más ocurrentes. Remítanse a las pruebas de la última sesión plenaria. Un ?yo te provoco?, ?un yo te amenazo con contar cosas de tu vida?, un ?tú eres retrasado mental?... Y ahí estamos los ourensanos, sonrojados, avergonzados y rendidos. Igual que los padres de los niños maleducados a los que nunca se les dijo esto no se hace, esto no se toca y esto no se dice. 
El problema es que nuestros representantes tendrían que venir de educados de casa. El problema es que su educación debería ser como el valor en los soldados: darse por supuesta. El problema, quizás el más grave, es que esas cosas no son exclusivas de los plenos. Estamos buenos.