Se calcula que 3,3 millones de kilos, el 10 % del total, no se declaran
18 ene 2015 . Actualizado a las 05:25 h.El volumen de castaña comercializada desde Ourense ascendió en la campaña 2013-2014 a algo más de 10 millones de kilos. Pese a que se recolectó un 25 % más de producto respecto a la temporada anterior, el rendimiento de las 18.369 hectáreas de soutos que hay en la provincia sigue siendo «medio bajo». Así lo revela el estudio Promercado, encargado por la Diputación ourensana al consultor Manuel López y al profesor universitario Andrés Mazaira. Este trabajo trata de buscar explicaciones al reducido aprovechamiento de las plantaciones de castaño que existen en Ourense y concluye que uno de los motivos es la venta fuera de los canales legales.
Una proporción importante de castaña ourensana, dice el estudio, es comprada a través de intermediarios extranjeros o de operadores situados fuera de la cadena y no es declarada. Se calcula que unos 3,3 millones de kilos se escapan por ahí. «El 10 % estimado de producto comercializado por fuera de la cadena supone un intrusismo que desvirtúa el mercado, una competencia desleal que se aprovecha de la no necesidad del cumplimiento de las exigencias en materia sanitaria de consumo, fiscal o de comercialización. Son operadores que pueden pagar precios más altos porque no juegan con las mismas reglas», concluye el trabajo.
Este tipo de irregularidades están detrás del escaso aprovechamiento de las plantaciones de castaño en la provincia, pero hay otras causas que identifica también el estudio Promercado de la Diputación. Entre ellas está la existencia de soutos «sobre los que se aplican métodos culturales básicos y que son esencialmente recolectados, no cultivados». En otros casos, el problema es el abandono, «especialmente en las riberas del Sil, Miño y Bibei», dice el trabajo. En este caso, las castañas dejan de recogerse por dos factores, según el estudio. Uno de ellos es la mala accesibilidad de esas plantaciones y otro, la ausencia de mano de obra en el medio rural.
El intrusismo se aprovecha de que no es necesario cumplir con la norma sanitaria
Muchos soutos de la provincia están abandonados y otros, mal trabajados