Que Baltar fue el máximo responsable de las contrataciones, y no los técnicos, es una conclusión que la jueza obtiene también de la testificación de los jefes de departamento: «De la declaración de dichos testigos ha quedado patente que la persona encargada de la contratación era el presidente de la Diputación, y en ocasiones se le daban los nombre de las personas a contratar, como explica el director de la biblioteca, Enrique Bande que en el acto del juicio relata como él sí que solicitó al presidente las personas concretas que quería que fueran contratadas».
Además de los jefes de servicio que recibieron bajo su supervisión a los enchufados, también declararon los alcaldes de los municipios a los que fueron destinadas parte de esas 104 personas. También de esos testigos concluye la jueza que era Baltar y solo Baltar quien se encargaba de las contrataciones. La sentencia considera una irregularidad «palpable y manifiesta» que los regidores no solicitaran el personal por escrito, argumentando por qué lo precisaban. Finalmente, respecto a los enchufados, la sentencia considera acreditado que ni siquiera tuvieron que presentar su currículo para conseguir el empleo.