Los tres empresarios imputados niegan haber actuado de forma coordinada
19 jun 2014 . Actualizado a las 07:20 h.Tocaba ayer que se explicaran ante el juez los empresarios que participaron en el procedimiento municipal que condujo a la adjudicación de las obras de Bedoya a Ocasa. El instructor ha advertido indicios delictivos en su proceder, en cuanto a una supuesta concertación para alterar el precio en el procedimiento. Las declaraciones han dejado datos llamativos, como que una de las sociedades, Opain S.L., nunca había realizado obras para el Concello de Ourense, pero, a pesar a ello, fue invitada en el año 2008 por la administración local a participar en un procedimiento negociado y sin publicidad. Se justificó en su día aquella convocatoria, la elección de esa vía de la invitación a tres empresas en vez vez del concurso público, por supuestas razones de urgencia, ante la eventual pérdida de una jugosa subvención comunitaria.
El bipartito municipal PSOE-BNG acabó eligiendo a Ocasa, la firma de la que es presidente, director y relaciones públicas José Rodríguez Álvarez, que es el padre de Marcos Rodríguez, administrador único de la citada Opain. Uno y otro, Marcos y José, que ayer prestaron declaración como imputados en el llamado caso Bedoya, afirmaron ante el juez que no habían tenido contacto alguno en relación con aquella convocatoria. Nada. Ni siquiera sabían cuáles eran las otras tres empresas a las que habían invitado desde la Concellería de Infraestructuras, entonces integrada en la Tenencia de Alcaldía creada por el BNG.
Coincidencias inexplicables
¿Alguna aclaración sobre el hecho de que las tres ofertas fuesen presentadas en el Rexistro Xeral del Concello de Ourense el mismo día y prácticamente a la misma hora, una detrás de otra? Ninguna explicación, coincidieron los tres empresarios.
¿Que los tres proyectos hasta tienen el mismo fallo de impresión en una de las hojas de las valoraciones? Inexplicable, afirmaron los dos Rodríguez, padre e hijo. Aunque resulte llamativo que en las tres ofertas aparezca cortada la última línea en una de las hojas, no lo han sabido aclarar. Será una coincidencia.
El tercer invitado
El papel del tercer empresario que ayer prestó declaración, también en calidad de imputado, es diferente. Santiago Ferreiro, de Orega, que concurría en unión temporal de empresas (UTE) con S.A. de Betunes y Firmes -que es una firma del grupo Ocasa- aclaró que se había limitado a aceptar la oferta de acuerdo que le llegó desde Betunes, sin tener intervención alguna ni en la redacción del proyecto ni en la entrega de la oferta en el Concello. Desconoce el motivo por el que, según aparece recogido en su declaración, la documentación y propuesta sea igual en las tres empresas, solo distinta por una ligerísima variación en el precio.
Los imputados, que desconocían quién era la competencia en aquel procedimiento, tampoco sabían de la oferta de las otras dos empresas invitadas. Con una salvedad, según aclaró el empresario ajeno a la familia Rodríguez: en un procedimiento negociado es habitual que las empresas sigan el mismo proyecto de obra, el mismo formato, pues «generalmente se copian las mismas fotos de Google». Que la UTE entre Betunes y Orega no se hubiera llegado a constituir es normal, pues ese tipo de sociedades se forman generalmente solo si se produce la adjudicación efectiva.