Se aplicaron soluciones de domótica como el control automático de temperatura y luz por indicadores de presencia, detectores de proximidad y tarjetas digitalizadas para apertura y cierre de puertas y un control de errantes que, mediante sensores -y pulseras para los usuarios que lo necesiten-, los mantiene localizados y avisa al personal si entra en zonas que requieran un control más estrecho. También dispone de detectores de presión en colchones y sofás que alertan si, por ejemplo, un residente se levanta por la noche o se cae de la cama y no es capaz de avisar con el pulsador de la habitación o pulsera.