De cuna roquera a zona de riesgo

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE

El Concello ha abierto una docena de expedientes a la Discoteca Latina

02 ago 2012 . Actualizado a las 07:25 h.

A finales del año 2011, ese local de la calle Doctor Fleming fue noticia porque cerraba el Rock Club tras catorce años como local de referencia para el estilo musical que le daba nombre. Hoy vuelve a ocupar las páginas de este periódico porque el negocio que actualmente funciona allí -que se llama Discoteca Latina- se ha convertido en origen de quejas vecinales por las peleas que tienen lugar frente a sus puertas. De hecho, el Concello de Ourense informaba ayer de que existe una docena de expedientes abiertos.

Infracciones de horario, exceso de ruidos -que son remitidos a la Xunta para el establecimiento de sanciones- e incluso irregularidades relacionadas con la disciplina urbanística en la configuración interna del local son los motivos que están tras la apertura de esos expedientes. Además, desde el Concello aseguran que tienen información de que la Policía Nacional ha detectado que allí se produce también menudeo de drogas ilegales.

Contraste

Cuando el Rock Club cerró, sus propietarios ya se temían en qué podía acabar este mítico local de la noche ourensana. «Nos gustaría que alguien cogiera la antorcha y que prosiguiera la lucha, pero por desgracia lo más probable es que el Rock Club acabe convertido en un local de ambiente latino o de pachanga», decían por aquel entonces en un comunicado en el que informaban del cierre.

Y es que -salvo por algunas quejas relacionadas con el ruido, que obligaron a suspender los conciertos durante algunos meses- el Rock Club no originaba problemas graves de orden público. Lo decía el actor Sergio Pazos cuando, con motivo de su cierre, La Voz de Galicia le preguntó por el impacto que ello podría tener en la cultura nocturna ourensana: «Tenía ese ambiente sórdido de los clubes de rock and roll norteamericanos. Podía haber punkis, roqueros, pijos o modernos, que todos nos llevábamos genial».

Ese «buen rollo» ha sido sustituido ahora por las peleas, los ruidos y los conflictos. Está por ver si, atendiendo a las peticiones de los vecinos, se incrementa la presencia policial en la zona o si prospera alguno de los expedientes abiertos por las infracciones en diversas materias cometidas supuestamente en la Discoteca Latina.