Manuel Fraga Iribarne

Francisca Castro

OURENSE

21 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Con decir don Manuel, todo el mundo sabía que era Fraga, porque desde los 36 años no paró ni un momento, y por donde pasó dejó su impronta, tanto como profesor universitario, como político. Hasta un inglés relevante dijo de él que era «el mejor primer ministro que España nunca tuvo». Era liberal y lo demostró. Trajo la libertad dentro del franquismo, con las «suecas» ligeras de ropa, ganando la frase de «Fraga hasta la braga»; porque antes tenían a la mujer tapada. Los Paradores también se le deben. Suprimió la censura. Nunca existió quien hiciera tanto por España. Hasta se bañó en invierno en Palomares para demostrar que no había radiactividad. Como diplomático estuvo dos años en Londres representando a España. Su Ley de Prensa y de libertad religiosa fueron otro avance. ¿Y en Ourense? Fundó el Ateneo cuando era ministro de Información y Turismo porque quiso tener una tribuna de libre pensamiento. Agradezcamos ese hecho, dándole ahora al Ateneo la categoría que se merece con un local digno. Esos eran sus méritos políticos. Pero lo que más valor tenía era como persona accesible, atento, amable. ¡Tengo tantos recuerdos! En el Monte do Gozo, cuando repartió el aguardiente de la queimada, me dijo que tuviera cuidado de no manchar mi chaqueta. Atendía a todos los paisanos, queriendo arreglar todas sus reclamaciones. Conmigo era muy afectuoso Inolvidable Fraga, que le cabía el Estado en la cabeza y todas las personas en su gran corazón. Seguiré viéndolo en sus libros dedicados. Descanse en paz.