Antes de final de año volverá a abrir convertido en centro psiquiátrico
01 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El hospital de Piñor no abrirá hoy sus puertas. Pero el cierre estival del 2011 no tendrá nada que ver con los de otros veranos, cuando la dirección decidía unificar la actividad asistencial en la ciudad argumentando un descenso en el número de ingresos. Y es que cuando vuelva a estar a pleno rendimiento -antes de que acabe el año- será como ya como centro psiquiátrico, concretándose así la decisión del Sergas de clausurar el hospital de Toén por no reunir las condiciones mínimas para la atención a los enfermos mentales. El avance en la reestructuración, volvió a generar protestas entre los trabajadores de Piñor, que consideran que el centro -donde hasta ahora había 71 camas adscritas al Servicio de Medicina Interna- no es la solución a los problemas de Toén. Mientras tanto, desde el Sergas, aseguran que no se perderán ni camas ni empleos.
En estos momentos ya se están ejecutando algunas de las reformas necesarias para que el edificio esté en condiciones de acoger las unidades de rehabilitación psiquiátrica. El objetivo es aprovechar el verano para terminarlas, de cara al traslado, para el que todavía no hay una fecha concreta. Serán obras de mantenimiento y de adecuación a la atención mental. Así, dentro de este último apartado, se sustituirán las ventanas por cristales de seguridad y se reformarán las habitaciones para que respondan al prototipo de las unidades psiquiátricas.
El último día de Piñor -al menos como estaba concebido y estructurado hasta ahora- no pasó desapercibido para los partidos políticos de la oposición. La nacionalista Tereixa Paz preguntará en el Parlamento por la repercusión en la calidad asistencia que tendrán los cambios en Piñor. En la misma línea se manifestó, desde el PSOE, Carmen Acuña, que reclamó información sobre la situación del hospital Santa María Nai (donde se reubicarán algunas plazas) y sobre el futuro de los terrenos de Piñor.
Gestión integral
Mientras tanto, el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense acogía ayer un curso de gestión de procesos asistenciales integrados, sistema que aspira a romper las barreras entre los centros de salud y los hospitales en la atención al paciente.