Ética

Antón Feito

OURENSE

19 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Fuiste, Andrés García Mata, líder del BNG, el personaje de la semana. Abandonaste cargos y canonjías al ser imputado por la Justicia en unos nada baladíes supuestos delitos. Tu marcha te honra porque permite ver el contraste con otros políticos que estando en tu siatuación se mantienen en el poder. Y no es necesario ir a Valencia pues en Ourense tuvimos a un conselleiro del PSOE en la Xunta (hoy jefe de los del puño y la rosa) ejerciendo como tal estando imputado por acoso moral, prevaricación y falsedad. Y en Ourense tenemos a un delegado de la Xunta que lo es a pesar de tener una imputación por un asunto de fondos europeos. Por eso tu decisión, por infrecuente, es plausible. Aunque llegue a destiempo, con retraso. Cuando el pasado enero el fiscal (que no es el PP ni «algún medio de comunicación») te acusaba de prevaricación y dibujaba una hoja de ruta que no parecía un camino de rosas, no pensabas que «iste asunto entorpece o traballo político do BNG». Al contrario, te presentaste como modelo a seguir optando a ser cabeza de cartel en el 2011. Este repentino furor por preservar el normal trabajo del Concello de Ourense y del BNG pudo haberte brotado antes y habrías evitado muchos sonrojos en las filas nacionalistas y en los ciudadanos del común. Ahora te vas sacando pecho, presumiendo, sin admitir (ni tú ni tus compañeros del BNG) que el contrato de los paneles, de cuya autoría intelectual y política sois responsables, fue una chapuza. Os presentáis como acrisolados servidores del bien público como si intentar adjudicar sin concurso un contrato millonario, por 40 años, a una empresa inexistente, fuese una bagatela. Incluso te vas, alcalde de Ourense dixit, siendo un ejemplo de «ética». ¡Dios, a qué nivel está llegando esta sociedad! El PP intentó aupar a la alcaldía de Ourense a Mario Conde, un ex presidiario, y el PSOE, por boca de su primer líder, pone de ejemplo de ética («conjunto de normas morales que rigen la conducta humana») a un imputado en prevaricación, cohecho, falsedad documental y tráfico de influencias. Si estas actitudes son ejemplarizantes, ¿a dónde va la sociedad del siglo XXI?