En un artículo del 16 de mayo, el maestro Blanco Valdés argumentaba que los políticos Zapatero, Blanco, Chacón... (no nombraba a Areda pero a éste lo pongo yo) se dedican a la res pública y no quieren ser funcionarios. Discrepo, no pueden. Para ser funcionario hay que estudiar muchísimo, meterse un chute de dos dioptrías en cada ojo y acabar con codos de tenista. Los mediocres y vagos se hacen burócrata-políticos. El 15% de la población activa acapara el 90% de las listas de cualquier partido. Funcionarios ni lo son ni lo serán. De esto en Ourense sabemos mucho. Fue el futuro de nuestros hijos durante décadas el ser trabajadores del Estado; era la salida que nos quedaba; la única. En veinte años que nos lleva mangoneado el 15% de los burócratas, la provincia está donde está, con cuatro millones de parcelas, la población sin recambio y el futuro más negro que el de un ateniense. El novillero sin picadores, que es uno, se atreve a pedirle a don José Tomás Blanco Valdés (que en esto de la prensa manda en el escalafón) que sea un lidiador. A estos bárbaros que nos gobiernan hay que desenmascararlos; pararles los pies para que no se carguen el futuro de nuestros nietos; nuestros hijos ya no están, los fueron de Ourense y los que quedamos somos tratados como desechos de tienta, alguacilillos o monosabios.