«Las inmigrantes sufren una triple discriminación»

OURENSE

Raquel explica que en las mujeres extranjeras confluyen varios elementos que las convierten en más vulnerables

09 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Dentro de los colectivos que viven en situación de riesgo de exclusión social, la mujer tiene gran relevancia, ya que en ella confluyen varios factores que la convierten en especialmente vulnerable. Raquel Doval, psicóloga especializada en atención a la mujer, habló de ello hace unos días en las ponencias que organizó el Concello en el marco de las Xornadas Interculturais, poniendo especial énfasis en la situación que viven las inmigrantes que residen en Ourense.

-¿Supone un extra de dificultad el ser mujer?

-Queda mucho por hacer. En la situación de las mujeres inmigrantes, hay una doble o triple discriminación, por ser inmigrante, pobre e irregular. Por una parte, la parte jurídica es difícil. Una mujer en situación irregular tiene cerradas muchas puertas. Primero en el apoyo personal, porque se encierra en casa y teme relacionarse. Cuando están en situación regular también queda por hacer. Hay muchas que llegan sin alfabetizar en la lengua materna, lo que complica aún más la alfabetización en español o gallego.

-¿Vienen con muchos obstáculos personales de sus países de origen?

-Suelen traer una situación de extrema pobreza. En Sudamérica, concretamente, hay una feminización de la emigración y son ellas las que cogen las riendas de la vida familiar e hipotecan sus vidas para cubrir las necesidades básicas. En general en sus países carecen de todo, también a nivel emocional.

-¿Cómo afrontan el choque cultural cuando llegan a Ourense?

-Es lo que llamamos el duelo por desarraigo. Es una ruptura con su lugar de origen, con una cultura y sociedad muy concretas. Entre ellas y nosotras hay un abismo y a veces pierden su identidad personal. No nos entienden y no saben cómo comportarse. Se trata de educar en la tolerancia y que entiendan que ellas nos enriquecen.

-¿Son más permisivas ante el maltrato o situaciones abusivas?

-Es un tema complejo. Hay que entender su historia vital. Han renunciado absolutamente a todo, incluso arriesgando su vida. Eso hay que saber leerlo. En cierta medida, es un precio que asumen. Al duelo por el desarraigo se suma el dolor de no sentirse ya valoradas ni queridas en su país. Y el maltrato a veces es una cosa más que cae dentro del mismo saco. Entienden, por lo que ha sido su vida, que no son importantes para nadie.

-Desde el punto de vista psicológico, ¿cómo se aborda la integración de estas mujeres?

-Yo abogo por el trabajo integral. No creo que se pueda insertar laboralmente a una persona si no se trabaja la parte emocional y personal. Es fundamental que entiendan que son personas, que son importantes y lo que quieren en la vida, porque eso es lo que define su futuro y lo que garantiza el éxito de un itinerario formativo.