Tras el multitudinario mitin de Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy del pasado viernes en Os Remedios, quedan pocas citas multitudinarias en Ourense con motivo de la campaña para las elecciones europeas. Los grandes partidos han programado mayoritariamente pequeños actos para lanzar sus mensajes, lo que podrían llamarse mítines «unplugged» si establecemos un paralelismo con los conciertos denominados así por ser en salas pequeñas y sin artificios técnicos. Como a los músicos en esas actuaciones, a los políticos en este tipo de actos no les hacen falta micrófonos ni grandes puestas en escena.
PP, PSOE y BNG tuvieron ayer un programa de campaña que se adapta especialmente bien a esta comparación. Los primeros estuvieron en la asociación de vecinos de Santa Teresita y contaron con la participación del conselleiro de Educación, el ourensano Jesús Vázquez, y de los concejales Enrique Nóvoa, Mario Guede y José Araújo. Del mismo modo, el PSOE estuvo en la asociación de vecinos de Barrocás representado por el alcalde, Francisco Rodríguez, y por los diputados autonómicos Pablo López Vidal y María Quintas.
El BNG, por su parte, eligió otro formato de acto, aunque también marcado por la búsqueda de cercanía sin artificios con el elector. En su caso, la candidata nacionalista, Ana Miranda, participó en un reparto de material informativo en Ribadavia aprovechando la celebración de la feria de la localidad.
En este tipo de mítines o contactos directos con los votantes, los políticos tratan de transmitir mensajes más apegados a la realidad del que escucha que en los grandes actos, en los se atiende más a consignas y conflictos a nivel nacional. Con ello se trata de movilizar a un electorado que, especialmente en las europeas, se ha decantado mayoritariamente por la abstención. Está por ver si la estrategia de los grandes partidos surte efecto o no. Para conocer la respuesta habrá que esperar hasta la jornada electoral, que tendrá lugar el próximo día 7 de junio.