Admite que es de los suyos, pero se muestra escéptico en su gestión Personas, injerencias, cuestiones ideológicas e inversiones basan su queja a Fraga
21 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.?osé Luis Baltar habló ayer. Y habló mucho. Intentó referirse sólo al pasado y a cómo ha evolucionado la provincia en los últimos años. Pero la sombra del futuro, y de las consecuencias de una posible ruptura con el PP gallego, planea sobre Ourense por mucho que él quiera silenciar las reivindicaciones que le presentó el lunes a Fraga. Personas, inversiones, cuestiones ideológicas e injerencias de Madrid. «Todo iso está dentro da queixa deste presidente», aseguró ayer al ser interrogado por los motivos de su plante. Aunque sin querer especificar, afirmó que lo que le planteó al presidente de la Xunta fue su situación personal y la del partido en Ourense. El puñetazo encima de la mesa lo ha dado por la provincia, dice. Pero en estos momentos no cree que ésta salga beneficiada ni perjudicada con el órdago. En todo caso, sentencia: «Os temas políticos sempre teñen unha raíz importante, arrancan dalgunha causa. Neste caso, da situación da provincia». Una situación a la que no cree que pueda poner remedio el conselleiro y vicepresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Baltar se ha felicitado en los últimos tiempos por las sucesivas remontadas del ourensano en el Gobierno gallego. Ha llegado a decir que es uno de los suyos. Respecto a si su recién estrenada vicepresidencia no debería haber servido para hacer piña en pro de la provincia, fue tajante. «Dacordo, creo que sí. Pero estou desilusionado». Se muestra escéptico pues ante la gestión de Nuñez Feijoo. Y es que aunque optimista, dice que lleva mucho tiempo dejando este tema de un momento para otro: «¿Que pasa? ¿Que cambiamos para que todo siga igual?», se preguntaba ayer. Lo que no se ha planteado José Luis Baltar, todavía, es la opción de reflotar Centristas de Galicia aunque para él, así lo dejo ver, ésta sería la segunda parte del partido que está jugando en caso de que pierda en la primera mitad del encuentro. El presidente de la Diputación y del PP ourensano parece preocupado por su propio expediente. No quiere que sus votantes tengan algo que echarle en cara porque no se ha hecho, piensa, lo suficiente por la provincia. Y comparte sus cuitas: «Resulta que Galicia é obxectivo número un por Lugo e Ourense e quen se beneficia desta situación son o resto das provincias». En su opinión, los presupuestos no benefician a Ourense, pero tampoco la gestión. Así, no entiende que en igualdad de condiciones los proyectos empresariales pasen de largo para acabar instalándose en otras provincias. Su pulso es una segunda oportunidad (tras el caso de los cinco diputados díscolos) al Gobierno gallego. Eso dice.