Los nacionalistas prepararon la llegada de Beiras con un calculado paseo por la villa alaricana y un encuentro de todos los candidatos de la comarca
09 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Una puntualidad inusitada. Un lugar cuidadosamente elegido. Un cartel electoral estratégicamente colocado. Muchas sonrisas y más compadreo. El BNG comenzó su campaña electoral con un estudiado plan de márketing. El centro de sus operaciones fue Allariz. Un escenario en el que, por la mañana, los nacionalistas prepararon el camino para la llegada de su líder, Xosé Manuel Beiras, que dió aquí su primer mitin. La avanzadilla estuvo dirigida por el que se ha convertido en su sombra. Anxo Quintana conoce bien el municipio alaricano, no en vano fue su alcalde. El Concello, bandera del BNG, sirvió de arranque al operativo electoral. Fue el ejemplo que los nacionalistas pusieron para demostrar lo que son capaces de hacer. Recordando la frase de «dadme un punto de apoyo y moveré el mundo», Quintana pidió el respaldo de los ourensanos y dijo: «Dádenos o voso apoio e seremos capaces de facer o que xa fixemos en Allariz». Y para demostrar lo que habían hecho comenzó el paseo. Los candidatos de la comarca, muchos de ellos novatos, rodearon el Arnoia al ritmo que marcaba el plan de actuación. Buenas caras, bromas, charlas informales y sonrisas. Hasta Quintana traía la lección aprendida e, incluso, soltó una carcajada. Estudiada relajación. Meditada cercanía. Ante las cámaras, el regidor alaricano, Francisco García, no resistió la tentación de acercarse a dos operarios que cuidaban uno de los jardines. Nadie protestó por tener que posar para la foto. Los nuevos, detrás; los veteranos, delante. «A orquesta, que se coloque», decían. Lo que hiciera falta. Ya se lo anunció Quintana a los reporteros gráficos: «Hoxe facemos o que queirades». Y acabado el paseo, todos a tomar el aperitivo con el río de fondo.