En esta época en la que proliferan las encuestas, si nos diera por preguntarles a los niños qué celebramos el 25 de diciembre, estoy seguro de que más de la mitad nos dirían que la llegada de Papá Noel. Lo que, por otra parte, no tiene nada de extraño, a la vista de la imagen que en todas las ciudades e incluso en las escuelas les transmitimos. Algo que supone un gran error, no solo por la desinformación educativa, sino también por la degradación que en el orden religioso entraña. Porque al margen de las creencias de cada uno, no se puede desvirtuar lo que estas fiestas son y lo que en ellas se rememora. A la vista de lo que año tras año observamos: la reducción sistemática de los belenes como contrapunto a una competición de las ciudades por ver cuál presenta el árbol más grande. Todo apunta al hecho de que estas entrañables fiestas son más un motivo de consumismo comercial que la celebración de la natividad del Señor. Hasta el punto de que, de seguir esta deriva anticlerical de la sociedad, no tardará el día en que a la Navidad se le conozca como la Fiesta de Papá Noel o simplemente de Fin de Año. Perdiendo su verdadero sentido, que no es ni más ni menos que la reencarnación humana del mismo Dios, que haciéndose niño como nosotros viene a este mundo para salvarnos. Adolfo Costas Gascón. Pontevedra.
Miedo me da
Están creando en Vigo «la empresa municipal de vivienda». A primera vista, parece una buena idea; de hecho, el Concello es propietario de terrenos en todo el municipio donde se podrían construir viviendas y también tiene en propiedad edificios vacíos o infrautilizados, pero... Ahí empiezan mis dudas. Lo lógico sería utilizar terrenos en desuso o abandonados, pero ¿es eso lo que van a hacer? No lo parece. El primer proyecto es en un terreno de Santa Cristina que se está usando, y esos servicios se tendrán que trasladar (dicen que a unas naves en Severino Cobas, que tendrán que comprar). ¿Qué será lo siguiente? ¿Construir en los parques? ¿En los aparcamientos públicos? Tienen justo al lado del edificio del Concello los terrenos de la Panificadora que dan para construir, pero viviendas asequibles en esa ubicación deben ser un lujo que no nos merecemos... ¿Y quién decide dónde se construye? Porque con el panorama actual... es fácil la tentación del negocio y no del servicio. Y los vecinos, ¿cómo nos defendemos frente a las decisiones injustas? Porque pleitear está fuera de nuestro alcance, y ya tenemos experiencia de cómo funciona eso. En fin, lo dicho: miedo me da. Mercedes Feijóo Segovia. Vigo.