Frenazo a los pisos turísticos

Carlos Tomé Santiago ABOGADO Y SOCIO DE CARUNCHO Y TOMÉ

OPINIÓN

JOHN G. MABANGLO | EFE

21 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Nuevo episodio en la cruzada del Ministerio de Derechos Sociales y Consumo contra Airbnb. Ha impuesto a la compañía el bloqueo de más de 65.000 anuncios ilegales de viviendas turísticas alojados en su plataforma, al considerarlos ilícitos por contravenir las normativas autonómicas sobre la publicidad de este tipo de alojamientos turísticos.

El ministerio ya había requerido a la plataforma para la retirada de 5.800 anuncios de pisos turísticos en Andalucía, Baleares, Madrid, Cataluña, País Vasco y Valencia, decisión recurrida por Airbnb ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ahora ha dado la razón provisionalmente al ministerio y refrenda su decisión de retirada de esa publicidad.

La realidad es que Airbnb informa a los usuarios de su plataforma de la necesidad de incluir datos sobre la licencia turística, pero muchos de los anuncios de sus usuarios no incluyen esos datos, bien porque son anuncios anteriores a algunas normativas específicas, bien porque el usuario no hace constar esos datos requeridos por la Administración turística.

Por eso, desde la Dirección General de Consumo se ha requerido ahora a la plataforma para que retire nada menos que 65.935 anuncios de pisos turísticos que considera ilícitos por estar incumpliendo diversas normativas autonómicas, bien porque no incluyen el número de licencia o registro —obligatorio en varias comunidades—, bien porque no indican si los arrendadores son profesionales o particulares, cuestión fundamental para saber si quien contrata está protegido como consumidor.

Está claro que el tsunami de los pisos turísticos desbordó todas las previsiones, tanto de las Administraciones públicas como del sector hotelero, y ha provocado un creciente malestar en la ciudadanía de algunas localidades con alta presión turística, además de provocar un encarecimiento del mercado de alquiler y de compra de vivienda residencial en muchas zonas, lo que también ha llevado a su prohibición total o parcial por varias ciudades españolas. La batalla contra los pisos turísticos y su control ha empezado y promete ser larga, porque el turismo en España es un motor económico indudable y sigue en crecimiento, lo que hará difícil ponerle el cascabel al gato.