
Bonos comercio: una trampa a largo plazo
En los últimos años, a raíz de la crisis del covid, diferentes administraciones han puesto en marcha campañas de bonos descuento para fomentar las compras en el comercio local. A simple vista puede parecer una iniciativa positiva: los clientes ahorran y las tiendas aumentamos nuestras ventas durante el período de la promoción. Entonces, ¿por qué algunos comerciantes no estamos de acuerdo?
El problema de estos bonos no es que los clientes los usen, sino el impacto que tienen a medio y largo plazo. Por un lado, muchos clientes habituales retrasan sus compras esperando los descuentos, lo que hace que las semanas previas a las campañas sean especialmente difíciles para el comercio. Por otro lado, ha surgido un nuevo tipo de cliente que solo compra cuando hay bonos y, además, en muchos casos intenta aprovecharse del sistema pidiendo productos que no tenemos en stock para que los traigamos exclusivamente con descuento. Esto nos pone en una situación incómoda, ya que no podemos abastecernos en función de descuentos temporales y nos obliga a asumir costes y riesgos innecesarios.
No estoy en contra de que los clientes utilicen sus bonos, pero creo que las administraciones deberían reflexionar sobre si este modelo es realmente beneficioso para el comercio local a largo plazo. Sería más útil invertir en campañas de concienciación y publicidad sobre la importancia del comercio local. Somos muchos los que damos vida a las ciudades, las hacemos únicas, y eso es algo que no se puede sustituir con grandes superficies ni con compras online impersonales.
Si se quiere ayudar al pequeño comercio hay medidas mucho más efectivas que los descuentos puntuales. Una fiscalidad más justa para los pequeños negocios, reduciendo ciertas cargas o facilitando incentivos fiscales, tendría un impacto más positivo y duradero. Fomentar un comercio local fuerte no es cuestión de aplicar descuentos esporádicos, sino de crear un entorno donde realmente podamos competir en igualdad de condiciones y seguir aportando valor a nuestras comunidades. Luis Castro. A Coruña.
Campamento digital: no es gratis
Una vez más encontramos un anuncio de algo financiado por el Gobierno y la UE que se nos vende como gratuito. Que el campamento digital no tenga coste alguno para los niños no quiere decir que sea gratuito. Se paga con los impuestos de todos los ciudadanos sin excepción, pues, aunque algunos no declaren IRPF, todos consumimos y pagamos un IVA. Ricardo Padrón. Ourense.