Cooperativas de vivienda
Las cooperativas de vivienda se han transformado en el único medio para poder acceder a una vivienda digna; bueno, en realidad, en la ilusión de poder hacerlo. Recientemente, la Xunta cedió una serie de parcelas en Xuxán (A Coruña) para que se montaran cooperativas de VPA, y lo mismo hizo el Concello de Oleiros. Asistí a una asamblea organizada por este último, donde el gestor de una de estas cooperativas explicaba el proceso para acceder a una vivienda, y el resultado es simple: tan pronto comenzó a hablar de las cantidades que se deben aportar, los ciudadanos empezaron a abandonar el recinto y los comentarios eran los mismos: ¿cómo se pretende que una familia obrera pueda aportar 10.000 euros de golpe, de un día para otro, y luego una entrada 40.000 o 50.000 euros? ¿Cómo se le puede llamar a esto vivienda pública?
El resultado es que en esas cooperativas terminan participando las personas que están en los máximos umbrales de renta conforme el baremo de la Xunta, o sea, unos 65.000 euros anuales en una unidad familiar de cuatro miembros. La enorme mayoría de los que necesitan una vivienda pública están muy por debajo de ese umbral de ingresos. Esta política de vivienda condena a una ciudadanía que se ve abocada a vivir en condiciones precarias al negársele el acceso a un derecho básico. ¿Hasta cuándo aguantaremos? Este problema va a estallar, antes o después. Luisa Carnota.
Mascotas y dueños
Me gustaría que las personas que pasean con animales de compañía, y que deberían conocer y saber cómo actúan en libertad, respeten y velen por la seguridad de otras personas con las que comparten espacios. Sería aconsejable que fuerzas de orden público o agentes cívicos visitaran más asiduamente zonas de paseo con fin intimidatorio y no recaudatorio, ya que lamentablemente hay personas que no se consideran obligadas al cumplimiento de las normativas municipales relativas al paseo de animales en público. También podrían ser válidas nuevas campañas municipales al respecto, ya que parece ser que hoy día tienen más derechos los animales que los seres humanos. José Antonio Ávila López.