Mundos paralelos

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

Varias personas grabando un concierto al sol con sus teléfonos móviles.
Varias personas grabando un concierto al sol con sus teléfonos móviles. CAROLINE BREHMAN | EFE

16 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Borges decía que «la angustia es la brecha que separa el antes del después». Esa franja que va desde la pérdida de un equilibrio hasta conseguir otro nuevo, ese pozo de incertidumbre. Es en esos períodos de desequilibrio donde se significan las dificultades, los problemas y los síntomas.

Vivimos tiempos en que los cuadros de angustia se han disparado geométricamente que parecen corroborar la afirmación del sabio argentino. La cuestión es: ¿qué antes y qué después? Asistí en la Real Academia de Medicina a una conferencia impartida por el profesor Salvador Naya, catedrático de la UDC, titulada Transformando el futuro a través de la información: datos en la era digital. Una charla tan erudita como inquietante que señalaba un futuro donde los paquetes de datos y la inteligencia artificial están desarrollando un mundo completamente nuevo, desde la medicina hasta la política. Un mundo asistido por robots donde es posible predecir casi todo, de corazones creados por impresoras hasta antibióticos obtenidos del estudio de la genética de un mamut.

Reflexionando sobre la información que dio el profesor Naya, sentí que me precipitaba en esa brecha de Borges. Está claro que el mundo en el que vivimos la mayoría está desapareciendo y que el que va a venir ya está aquí y hay mucha gente viviendo en él. Dos mundos reales y paralelos que hasta que no se conviertan en uno nos van a dar muchos sobresaltos y generar mucha angustia.

Los acontecimientos que vemos últimamente en donde las estafas y los ciberdelincuentes que habitan en el nuevo mundo son capaces de boicotear toda nuestra vida, donde las elecciones se ganan con legiones de individuos que transmiten, engañan, convencen, suplantan y manipulan la información a través de las redes y plataformas digitales, son un ejemplo de ese mundo que viene pero que aún no está para la mayoría. De dos mundos paralelos que coexisten en clara desventaja de aquellos a los que la inteligencia artificial les suena a chino (y es verdad que habla en chino). Los de antes seguimos arando con mulas y los que vienen con tractores flotantes no tripulados.

Se nos fue Françoise Hardy, una de esas gabachas sensuales, frágiles y elegantes que con France Gall, Jane Birkin, Sylvie Vartan o Brigitte Bardot llenaron los guateques y los sueños húmedos de los normativos 60. Ejemplos del mundo de antes que dio paso al Festival de Eurovisión de hoy.

En la brecha en la que estamos, las elecciones y las guerras las ganan los francotiradores que disparan desde el después. Mientras, en el de antes, condenan a un disminuido por violar a una cabra en la Complutense de Madrid. Mundos paralelos.