París bien vale un consejo

Susana Quintás
Susana Quintás CONSEJERA INDEPENDIENTE. COAUTORA DE «CÓMO INNOVAR DESDE EL CONSEJO»

OPINIÓN

M. MORALEJO

10 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Enrique IV se convirtió al catolicismo para reinar en Francia, de ahí su casi seguro apócrifa frase «París bien vale una misa». Con ella se refería al hecho de que, a veces, es necesario hacer sacrificios para conseguir algo mejor. En el ámbito de la gobernanza empresarial simboliza cómo la profesionalización de un consejo puede ser una ayuda para las empresas, especialmente, las medianas y familiares.

La transición hacia la incorporación de consejeros independientes no deja de ser un reto, pues conlleva renuncias como, por ejemplo, compartir responsabilidades con profesionales ajenos a la propiedad o a la familia. Las decisiones relevantes que, antes se tomaban quizás más cómodamente, ahora pasan a ser vistas con unas «gafas» diferentes y requieren, en ocasiones, mayor esfuerzo de comunicación para lograr el consenso y la aprobación del consejo. Hay otro factor que, en un principio, puede costar más y tiene que ver con la inmediatez en las decisiones, las que sean de un calado importante ya no se podrán tomar sobre la marcha, pero a cambio puede otorgar el beneficio de una mayor reflexión; ya que un consejo de administración bien definido es un equipo de alto rendimiento donde se aglutinan diversidad de experiencias y competencias, lo que, normalmente, mejora la calidad de las decisiones.

¿Qué puede aportar un consejo que compense el esfuerzo? Habitualmente, mejora la supervisión y la gestión de los riesgos, una mayor transparencia, y, sobre todo, puede fortalecer la resiliencia de la empresa frente a crisis y cambios en el entorno.

Teniendo en cuenta que, desde el 2020, hemos tenido una pandemia, han erupcionado volcanes, se han producido terremotos terribles, ha aparecido la guerra en Europa, Oriente Medio presenta una gran inestabilidad y ¡hasta ha habido una plaga de langostas en el Cuerno de África!, sin olvidar el impacto en los negocios de la inteligencia artificial… la resiliencia de las compañías es un tema clave. Según Russell Reynolds, en los 5 principales retos que afrontan las empresas en España: crecimiento económico, talento, cambio tecnológico, incertidumbre geopolítica y regulación, menos de la mitad de los consejeros delegados se sienten preparados para afrontarlos. Un consejo de administración que complemente al empresario y le apoye proporcionando una supervisión eficaz, capacidad para anticipar y responder a las disrupciones y apoye a la dirección en la construcción de capacidades de adaptación y respuesta, puede ser una ayuda de alto valor en tiempos de incertidumbre.

A medida que aumenta la facturación y la complejidad del negocio, para las empresas medianas y familiares, un consejo bien constituido puede significar la diferencia entre una gestión intuitiva y una profesional. Siguiendo el espíritu de «París bien vale una misa», a pesar de las renuncias del empresario, la puesta en marcha de un consejo de administración que incorpore consejeros independientes más de allá de ser una formalidad es una inversión estratégica en el futuro de la compañía que la puede llevar a nuevos niveles de éxito y sostenibilidad a largo plazo.