El contenido de Europa es económico

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

21 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Europa no es solo un continente. Es un contenido económico. Así nació la alianza de países que hoy llega al Este, a las puertas de la Rusia más imperial de las últimas décadas. Vio la luz como un Mercado Común y por el camino perdió al Reino Unido en el brexit más polémico. No debemos perder el foco del dinero en las próximas elecciones que en España se celebran el domingo 9 de junio. Algunos países empezarán a votar el jueves 6. Esta semana se inicia la campaña. Cada partido hará su propuesta y las escucharemos todas. Pero lo que nos jugamos va mucho más allá de las siglas y de la polarización en la que nos invitan a tropezar siempre unos y otros. Ya lo estamos explicando en las páginas de La Voz, para que los lectores entiendan que no son unos comicios más.

Es importante entrar en el detalle. Como publicamos en la sección de Economía este fin de semana, los países de la Europa del sur han mejorado sus cifras macroeconómicas, pero están muy lejos de ponerse al nivel de países como Alemania, que siempre fue locomotora del proyecto europeo, aun con las dificultades por las que atraviesa en lo que a grandes cifras se refiere.

Buscando la ayuda de los expertos, nos encontramos que el drama de España sigue siendo el mismo: la dependencia del sector turístico. Pan para hoy, hambre para mañana. No podemos explotar de por vida el turismo de sol, ni siquiera el turismo de calidad. España precisa de una reindustrialización realizada con cabeza y con el impulso de las energías renovables. Lo demás es hablar por hablar o hablar siguiendo los dictados de la ideología, no del sentido común.

En un artículo reciente, Jordi Amat, en El País, citaba un estudio sobre la productividad, una de las llaves más importantes para abrir la caja de caudales que todas las empresas y los Estados necesitan para salir adelante. El estudio se titula Evolución de la productividad en Europa: una mirada regional. Lo firman Oriol Aspachs y Erik Solé. Los dos son economistas del grupo de trabajo de CaixaBank. En su análisis se ve que en esta Europa de regiones que somos, los números de verdad importantes para que el crecimiento se mantenga en el futuro no son nada positivos para España, ni siquiera para Barcelona ni para Madrid. Solo se salva el País Vasco. Los vascos sí supieron modernizar su industria. Vivimos un declive de la productividad que puede tener consecuencias dramáticas. Sí que hay una Europa que va mejor de lo que va España. No están en ella tampoco Francia o Italia. El mundo está cambiando sus corrientes y no nos enteramos.

En este informe se ve que hay una autopista de la productividad que nace en Dinamarca y pasa por Países Bajos y Bélgica. No hace falta nada más que viajar a esos lugares para darse cuenta de que entramos en otro nivel de Europa. Alemania, a pesar de algunos números macros, y Austria también están en ese corredor. De estos asuntos es de lo que van las elecciones del próximo 9 de junio, y no de los ya tradicionales insultos entre políticos.