El banco solo me atiende de 8 a 11
¿Qué ocurriría si en las puertas de los supermercados hubiese carteles en donde figurasen letreros del siguiente tipo: «Horario para clientes habituales:
venta de vegetales y carne de lunes a viernes de 8.15 a 11.
Horario para los que no son clientes habituales: venta de vegetales, martes y jueves del 6 al 24 de cada mes de 8.15 a 11 horas. El jamón los lunes de 7 a 8».
Pues la banca, además de las comisiones leoninas que cobra, se puede permitir el abuso de decidir y acotar las horas de atención al público. Y es que la banca lo puede todo, a pesar de la milonga de la libertad de mercado y la libre competencia y con aquello que se repite hasta la saciedad de que con lo privado estamos mejor servidos. Quien tiene el dinero tiene el poder y encima concentrándose, formando un oligopolio que es lo que le beneficia aunque perjudique a la ciudadanía.
La banca nunca ha ganado tanto, mientras los reguladores miran para otro lado o «recomiendan y o alertan» porque no tienen manera de meterla en cintura.
Desde el año 2009 de los 55 bancos existentes entonces, pasaron a 10 y el 60 % de sucursales cerraron. Todo parece indicar que seguiremos este camino lleno de fango. Ángeles García. Oleiros.