La estética de la mirada

Francisco Gómez-Ulla de Irazazábal DIRECTOR MÉDICO DEL INSTITUTO OFTALMOLÓGICO GÓMEZ-ULLA. CATEDRÁTICO DE OFTALMOLOGÍA

OPINIÓN

María Pedreda

21 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La cirugía estética está en auge. De ello da buena prueba el incremento que este tipo de intervenciones ha experimentado en nuestro país en ocho años, hasta un 215 %. Entre este tipo de intervenciones, las cirugías faciales ocupan los primeros puestos, con la blefaroplastia a la cabeza. El campo de la cirugía vive, por tanto, su particular revolución. La sociedad demanda una belleza natural asentada en la salud. Tratamientos que hagan sentir bien sin que ello implique modificar por completo la apariencia. Atrás quedaron las cirugías agresivas, las suturas extensas y las semanas de hospitalización.

Las intervenciones del momento son menos invasivas, más efectivas y seguras y, sobre todo, más naturales. La estética como aliada en el bienestar de las personas. Pero no podemos perder de vista que las intervenciones faciales no son solo estética. Las cirugías perioculares implican la manipulación de estructuras muy importantes para la funcionalidad de los ojos y los párpados; por ello requieren siempre de una evaluación previa completa por parte del oftalmólogo oculoplástico. Es importante que el paciente tenga esto muy presente, y también que se puede mejorar la estética de la mirada sin cirugía.

Hasta ahora, la blefaroplastia convencional era el tratamiento que se aplicaba para eliminar el exceso de piel y grasa en los párpados, logrando así un rejuvenecimiento del rostro. Un procedimiento quirúrgico sencillo y eficaz, sí, pero que no deja de ser una cirugía invasiva, con lo que ello implica.

La aparición de la blefaroplastia láser y el rejuvenecimiento láser sin cirugía (o resurfacing periocular) permiten rejuvenecer la mirada mediante una cirugía mínimamente invasiva e incluso modificando la piel de la zona ocular afectada por arrugas, manchas o cicatrices por una piel más sana, sin intervención quirúrgica. Una alternativa efectiva al proceso quirúrgico que reduce el tiempo de intervención y la inflamación posoperatoria, logrando una reducción importante de los hematomas. Su aplicación, frente a la blefaroplastia convencional, posibilita que el paciente pueda reincorporarse de forma precoz a su rutina diaria.

Lo logra actuando sobre las capas superficiales de la piel, estimulando el colágeno y la elastina, lo que permite incrementar la tensión cutánea y reducir las arrugas e imperfecciones de la piel. Los impactos del láser se realizan de manera individualizada para garantizar los mejores resultados y disminuir las posibles molestias y rojeces.

Tratamientos punteros con los que se busca dar respuesta a las nuevas demandas de la sociedad en el campo de la estética. Tratamientos que persiguen realzar la belleza de una forma natural, sin grandes artificios. Al fin y al cabo, lo que se persigue es embellecer el proceso de la vejez, pero sin dejar de ser uno mismo.