La mujer del César

Rafael Arangüena ABOGADO

OPINIÓN

Raúl Salgado / Pool Moncloa | EFE

03 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue Cicerón el que atribuyó a Julio César aquella sentencia de que la mujer del César no solo debía ser honrada, sino parecerlo; dirigido a su esposa Pompeya, en una frase más propia de unos tiempos hoy afortunadamente superados. Viene esto a cuento porque, si llega a entrar en vigor la ley de amnistía, serán los diferentes órganos judiciales los que tengan que adecuar lo actuado procesalmente hasta esa fecha a la nueva realidad legislativa. Esos mismos tribunales van a tener que hacer un juicio de constitucionalidad sobre la aplicación de la ley de amnistía al caso concreto que enjuicien; esos mismos tribunales cuya cabeza orgánica, el CGPJ, hizo una clara manifestación de oposición frontal a tal ley.

Uno de los peligros de no estar a la altura del cargo que se ostenta es que se compromete la neutralidad de la institución a la que perteneces, y por extensión se contamina con la sospecha el buen hacer diario de jueces y magistrados que integran dicho poder. Cuando se menciona la separación de poderes, el poder que más autocontrol tiene que demostrar permanentemente es el judicial; ya que su misión es resolver las controversias legales que el desempeño de los otros dos poderes del Estado pueda generar. Si esa neutralidad queda comprometida, el resto de los equilibrios no son suficientes para restaurar el Estado de derecho. La entrada en la disputa política de una parte del actual CGPJ de una manera tan directa es uno de los mayores ataques a la independencia judicial que ha padecido este país en los últimos años, y además frente a una ley entonces aún sin tramitar y cuyo texto se desconocía. Las ulteriores concentraciones de algunos miembros de la carrera judicial en las puertas de las sedes judiciales tampoco ayudaron en nada a la imagen de la justicia y a su obligada neutralidad.

La estabilidad de las instituciones es básica en una democracia y la presunción de virtud y neutralidad del poder judicial es esencial en un Estado de derecho, ya que de los tres poderes del Estado es el único no electo y el garante de algo tan sagrado como la justicia. Así pues, su comportamiento debe ser exquisitamente neutral tanto en las formas como en el fondo; lo contrario implicará dotar de peligrosos argumentos a quienes se sientan perjudicados por cada concreta aplicación de la ley de amnistía por parte de esos tribunales y dar pábulo a quiénes creen que en nuestro país se practica el lawfare.