Los combates amañados

Eduardo Riestra
Eduardo riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

13 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Yo de lo que me quejo es de los que quieren pegar un puñetazo en la cara de otro, pero protestan si el agredido se lo devuelve. Como los Jordis Turulles, por ejemplo. O aquellos —aquel— que instan a actuar de una manera a sus subordinados, expresándoles todo su apoyo, pero que cuando la cosa se pone fea escapan cobardemente en el maletero de un coche. En los últimos años del franquismo los estudiantes y los obreros cortaban las calles, hacían pintadas, lanzaban panfletos —santa inocencia— y se enfrentaban a los antidisturbios, que cargaban y dejaban numerosos moretones. Sin embargo, a nadie le parecía raro. El poder se defendía de los que lo combatían. Eran las reglas de la guerra. Pero los independentistas son unos llorones que quieren cortar carreteras, quemar coches y enfrentarse a la policía, y luego marcharse sin pagar la cuenta. Jugar con las cartas marcadas. Competir con ventaja. Eso es lo que uno siente con todo esto de la amnistía.

 Se llega a tal nivel que se levanta el castigo al periodista Puigdemont, que nunca sufrió ninguna pena, que vive de no se sabe quién en un país extranjero y que no se arrepiente de nada.

Yo creo que en el acuerdo con el PSOE habría que incluir un último punto que contemplase que los españoles desfiláramos en larga cola para darle un beso en la mejilla, unas palmaditas en la espalda y consolarlo diciéndole «ya pasó, ya pasó», mientras el expresidente catalán, entre hipos de llanto, contestara con frases entrecortadas «pero todavía me duele».