Ferrovial: polvareda innecesaria

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

benito ordoñez

05 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Por si hubiera poco polvo en el camino, nos hemos decidido a removerlo. Y estamos metidos en una nube impenetrable en la que ya no sirven los argumentos razonados porque todo consiste, una vez más, en echar leña al fuego. Las reacciones desde todas las esquinas son impropias de un país prudente y reflexivo.

Porque lo de Ferrovial se resume en un par de párrafos. Es una empresa, nacida en España hace 70 años, que se hizo adulta, con los favores del régimen, construyendo infraestructuras ferroviarias, participando en el histórico Plan Redia y entre denuncias de favoritismo. La última sanción de Competencia, de 38,5 millones, le fue impuesta el verano pasado. Hoy construye y gestiona aeropuertos, autopistas, prisiones y plantas de tratamiento de residuos por todo el mundo. Por eso el 82 % de sus ingresos procede de mercados internacionales. El 93 % de sus inversiones están en el extranjero; como el 90 % de su accionariado. Una gran empresa que en el 2015 se llevó negocio a Londres y en el 2019, por el brexit, lo trasladó a Holanda.

A nadie se le escapa, pues, que se trata de una compañía internacionalizada, que redujo su plantilla española el pasado año de 30.700 a 5.400 trabajadores porque este no es su primer mercado. Una empresa que decide irse a Holanda porque entiende que así accederá mejor a otros mercados, porque quiere dar el salto a Wall Street y, sobre todo, porque su máximo responsable, Rafael del Pino, tercera fortuna española, busca aliviar o eludir la fiscalidad. Por eso se va a Holanda, uno de los mayores paraísos fiscales, donde tienen su domicilio 80 de las 100 mayores empresas del mundo por las ventajas que ofrece, y no a otro país de la UE. Aún así, seguirá pagando aquí el IVA, el IAE y las cotizaciones a la Seguridad Social.

Es difícil de entender, pues, el altercado originado por esta decisión, ajustada a la ley y a las reglas del libre mercado global, frente al silencio cuando nos abandonaron Sony, Panasonic, Shell, Dreams, Philips, Ericsson, Alcatel, Altadis, Samsung, HP, Siemens o Coca-Cola. Y otras muchas compañías cuenten con sociedades holding en Holanda. Porque la huida de Ferrovial, que no paga sociedades desde hace tres años, no es nada nuevo. Ni es una tragedia. Aún reconociendo que perdemos un centro de decisión estratégica y que propina un duro golpe a la imagen económica de España.

Por eso, a uno le queda la sensación de que se ha creado una polvareda innecesaria. Todo porque Ferrovial dejará de estar donde ya no estaba. Pero queríamos creer que estaba.