El regreso al trabajo

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

28 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer estaba abatido. Solo pensaba en los escasos días que restan para volver al trabajo. Me fui a la cama derrotado y, bendito descanso reparador, que me desperté siendo otro. Lo primero que hice fue darme cuenta de lo insolidario que había sido. Me lamentaba por tener que ir a trabajar. Es decir, me quejaba de mi privilegiada condición de trabajador que puede sacar adelante una familia. Me sentí mal por no pensar en los millones de compatriotas que no saben qué será de ellos y sus familias este invierno y que, salvo milagros en los que no creo, malamente podrán hacer una compra de supermercado y pagar la electricidad y el gas para que los suyos no pasen un invierno siberiano.

Me siento feliz y deseando que acabe agosto para ponerme a hacer lo que sé y que, aún encima, se me pague por ello, ya que yo también tengo que acudir al supermercado y pagar gas y electricidad. Además, con mi trabajo intentaré que los problemas de mis clientes sean menos o ninguno. Me compararé, salvando las distancias, con San Pablo camino de Damasco. La diferencia fue que quien esto escribe ni se cayó de un caballo, ni se convirtió en apóstol. Simplemente me puse a preparar ese importante juicio que tengo señalado para primeros de septiembre.