Cuenta la periodista Nieves Concostrina que el rey de Italia Víctor Manuel III de Saboya se escoró hacia el lado de Mussolini iniciada la Segunda Guerra Mundial, dejando el país franco de ría para la entrada de las tropas fascistas en Roma mientras él se iba de retiro.
Una vez finalizada la contienda tras la recuperación aliada, el rey salió de su escondrijo dispuesto a recuperar la soberanía como si nada hubiera pasado. Cuentan que su gente le recriminaba sus intenciones espetándole un: «¿Pero cómo vas a hacer eso, Mari Chocho?»
Hace poco el chef cacereño Juanma Zamorano, le espetaba a una reportera de la televisión extremeña que le ayudaba a cocinar un plato con muy pocas maneras culinarias: «¡Ay! que me quedo muerta, ¡Mari Chocho!», y la frase se hizo viral en la redes hasta el punto de que el bueno del chef se quedó con el apodo de Mari Chocho.
El término no deja de tener su gracia así que recurrí al Inventario General de Insultos de don Pancracio Celdrán para conocer su origen y significado, pero no está registrado. Dada la condición homosexual del cocinero mucha gente asocia el término con algo parecido a afeminado, pero creo que se trata de algo más polisémico que puede hacer referencia a bobo, torpe o ingenuo; sea como fuere el término resulta gracioso, con un punto de ternura e ironía.
En general hay bastantes personajes públicos y privados a los que el término les viene al pelo, bien porque hacen cosas sin demasiado tino o bien porque las hacen sin pensar las consecuencias. A nada que miren, verán como identifican un buen puñado de individuos, de ambos sexos, de dentro y fuera del Gobierno y del público en general, a quienes el término les va que ni pintado. ¡Mari Chochos!