¿Por qué triunfan las «start-ups»

Susana Quintás Veloso CONSEJERA ASESORA PARA METRIKUS-ESPAÑA Y LATAM

OPINIÓN

Alberto Ortega | EUROPAPRESS

20 jun 2022 . Actualizado a las 11:16 h.

Recientemente, participé en el South Summit, el mayor evento anual sobre emprendimiento del sur de Europa: 650 ponentes y tres mil start-ups de más de cien países distintos e inversores con carteras cercanas a los 250.000 millones. Es el punto de encuentro donde las empresas emergentes pueden compartir su proyecto, las compañías impulsar sus áreas de innovación y los inversores encontrar talento y buenas opciones para su dinero. 

El ambiente era eléctrico, vibrante, creativo y emocionante. Adrenalina a tope. Estando allí me preguntaba ¿qué es lo que marcará la diferencia entre las start-ups que triunfen y las que se queden por el camino?

En realidad, en el mundo startapero no existen los grises, es cero o uno, triunfas o quiebras. Y el ratio de mortalidad es altísimo, el porcentaje de las que fracasan antes de los tres años es del 80 %. Es muy difícil marcar la línea roja que establece la diferencia, pero sí hay características que están presentes en las que lo logran.

1.- La idea de negocio. ¡Cuántas start-ups solucionan problemas que, en realidad, nadie tiene! Para empezar, la idea de negocio tiene que responder a una necesidad de mercado, esté o no aún reconocida por el mismo. No siempre es el caso.

Después, tiene que existir un número suficiente de consumidores que estén dispuestos, además, a pagar por ese servicio.

Finalmente, hay que encontrar un cliente donde probar, en el mundo real, la solución.

2.- El talento y la gestión. Hoy, muchos jóvenes optan por el emprendimiento. Es una gran noticia. Juventud, fuerza, innovación y ganas no son todo. Las mejores start-ups tienen una combinación de talento joven y experimentado. No sirve actuar como una banda de pollos sin cabeza, las funciones clásicas de finanzas, de recursos humanos y de control son más importantes que nunca. También, impulsar la mejor gobernanza posible sin caer en una burocracia que ralentice el negocio o en peleas entre socios fundadores. Hay que prepararse para ser mayores de edad.

3.- El ritmo, la agilidad y la escalabilidad. Difícil de batir el ritmo de una start-up. La respuesta al mercado es verdaderamente rápida, se hace en pocos días lo que en una empresa tradicional puede llevar semanas o meses. Se parece un poco a la famosa frase del Cordobés «más cornás da el hambre». Pues algo así, pero en tecnológico y molón.

Una idea probada con éxito tiene que ser escalable: multiplicas los ingresos sin que los costes aumenten proporcionalmente.

4.- El inversor visionario que cree en la idea. Siempre va a ser necesario convencer a un tercero para que invierta y haga crecer nuestro proyecto, una vez que se supera la etapa de «familia y amigos». Si tienes suerte y encuentras a tu business angel, el futuro estará más asegurado. El flujo de caja es el rey. Puedes tener una gran idea, con un gran mercado potencial, que, si no puedes financiar tu crecimiento, morirás.

Steve Jobs decía que lo que separa a la gente que hace cosas de la que solo sueña con ellas es que «tienes que estar dispuesto a fracasar. Tienes que estar dispuesto a tropezar y quemarte». Y si no es así, el premio es muy grande. ¿A qué esperas?