Rafa Nadal gana, Pablo Iglesias calla

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

OPINIÓN

AFP7 vía Europa Press

01 feb 2022 . Actualizado a las 10:54 h.

La última gesta de Nadal ha provocado una catarata casi infinita de felicitaciones en todos los estamentos de la sociedad. Desde el propio mundo del tenis, por supuesto, pasando por el resto de los deportes y la política. A Nadal le quiere todo el mundo, se suele decir. Pero la verdad es que generalizar al cien por cien no sería correcto.

A las felicitaciones de Federer, muy cariñosa, y de Djokovic, más fría, pero muy formal, podemos unir la cascada producida en el mundo de la política y hasta incluso en la jefatura del Estado. Desde la Casa del Rey, se dijo: «Rafa, se nos acaban los calificativos. No hay obstáculos para quien no tiene límites. El mejor tenis del mundo, lo representas tú». Pedro Sánchez fue más escueto, pero igualmente expresivo: «Eres el más grande». A partir de ahí, la lista de políticos es larga: Nadia Calviño, María Jesús Montero, Miguel Iceta, Pilar Llop, Pilar Alegría, Isabel Rodríguez, José Luis Escrivá, Pablo Casado, Teodoro García Egea, Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso, Inés Arrimadas, Edmundo Val, Espinosa de los Monteros...

Todos ellos tuvieron palabras de felicitación, ánimo y cariño para el que ya para muchos es el mejor tenista de la historia. Pero ha habido clamorosas ausencias, sobre todo en uno de los dos partidos que configuran la coalición de Gobierno. Desde Podemos, por lo menos en su núcleo duro, no ha causado furor la gesta de Nadal, no se han estremecido con sus derechas, ni conmovido con sus carreras hacia bolas imposibles. Es cierto que la cuenta oficial de Podemos no olvida la noticia: «Momento para la historia del deporte internacional, pero sobre todo del español ¡Enhorabuena por su victoria en el Open de Australia», recoge. Pero a Pablo Iglesias, lenguaraz en Twitter donde los haya y aficionado al deporte reconocido, no se le ha escapado ni un escueto «Felicidades, Rafa». Tampoco consta que Echenique, conocido por su incontinencia en las redes, ni que Irene Montero o Ione Belarra hayan hecho una parada en sus teimas para gratificarse por una noticia que produce probablemente el mayor consenso social en la historia de este país.

Nadal, a los ojos de parte del mundo podemita, es un facha que a la mínima ondea la bandera, partidario de la unidad de España y un tipo que presume de su país. Además, gana mucho dinero por sus victorias y tiene criterio propio, que no consta sea coincidente con el del partido morado.

Cabe reflexionar que si el sectarismo de determinados políticos llega al extremo de vetar a Nadal, qué no harán cuando de verdad entren en asuntos políticos. Menos mal que Yolanda Díaz compite en otra división. Ella sí que felicitó al deportista: «El mejor tenista de la historia, un ejemplo para el deporte español. Parabéns». Díaz, del Partido Comunista, tiene perfil propio y es capaz de alegrarse cuando la inmensa mayoría de los españoles se alegran. Eso es tener empatía con tu propio país. Lo otro es automarginarse en un gueto intelectual que solo conduce a la frustración permanente. Y al odio.