«Filo-sofos»

Luis Ferrer i Balsebre
luis ferrer i balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

PLATAFORMA EN DEFENSA DE LA FILO

25 dic 2021 . Actualizado a las 20:40 h.

El cura que nos daba Filosofía en el colegio comenzaba el curso contando una anécdota —dudo de si era de Zenón de Citio— en la que un ciudadano le preguntó: «¿Eres acaso un sofos? A lo que contestó: «No, soy un «filo-sofos», un amante de la sabiduría». 

Filosofía es amar la sabiduría y aprender a pensar para poder interpretar el mundo que nos rodea. Parece que esta actividad desaparece del currículo escolar —lo que faltaba en estos tiempos—, cuando lo que más necesitamos es reflexionar sobre el mundo por venir.

Con el cura que nos daba Historia de España jamás conseguimos pasar de la primera república porque nunca daba tiempo. Parece que ahora la Historia va a empezar justo cuando acababa aquella, porque sigue sin dar tiempo. ¿Será que tenemos demasiada Historia o es que el poder de turno siempre quiere reconstruirla?

Sin Filosofía y con una Historia amputada, la capacidad para interpretar el mundo va a quedar reducida al Netflix, los yutuberos y las influencer. A mirar sin pensar, a escuchar sin filtros y a entre-tenerse sin reflexión alguna. A ser avatares más que seres humanos.

¿Un mundo lleno de paradojas, sofismas, silogismos, retórica, cinismos, sin ética ni estética y sin herramientas filosóficas imprescindibles para poderlo interpretar? No pinta nada bien.

Escribía Borges: simplifiquemos la vida de un ser humano enumerando todos los fotogramas de su vida y hagamos una selección aleatoria de los mismos: escojamos, por ejemplo, los números pares.

Con esas escenas, construyamos un relato como si fuera un cómic; es posible, decía, que podamos escribir la historia de un héroe.

Ahora hagamos lo mismo, pero con las escenas impares y veremos que es posible que resulte la historia de un verdadero miserable, de tal forma que un lector ajeno jamás podría adivinar que esas dos historias pertenecen al mismo individuo.

Todos construimos nuestra historia en función de las escenas que escogemos. Si elegimos las fotos más oscuras seremos unos desgraciados y, lo que es peor, el protagonista que resulte seguirá escribiendo su miserable historia, tanto como la historia le seguirá construyendo a él (como las manos dibujándose a sí mismas de Escher).

Si la historia que nos antecede se desconoce —o se selecciona solo una parte— nuestro relato tendrá menos material con el que poder trenzar nuestra narración personal.

Si no aprendemos a pensar, a buscar la sabiduría necesaria para elegir las escenas más adecuadas con las que construir nuestro relato, a orientarnos y mirar el mundo desde mapas capaces de hacernos entender y guiar pasiones y anhelos, acabamos encarcelados en ellos. Para todo esto sirven la Filosofía y la Historia.

Advertía un político de Creta: «Todos los políticos de Creta mienten».

Pienso, luego sobro.