El PERTE del coche desconectado

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso SERENDIPIA

OPINIÓN

M.MORALEJO

23 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Junio del 2021. El Gobierno que preside Mario Draghi comprometió 600 millones de euros de los fondos europeos Next Generation para Stellantis, a modo de alfombra roja para que el grupo que preside el portugués Carlos Tavares se llevara para Italia su proyecto de construcción de una fábrica de baterías para coches eléctricos. Fue una apuesta de Estado, con Giancarlo Giorgetti, el ministro de Desarrollo Económico, al frente liderando la candidatura italiana que acabó llevándose el gato al agua.

Septiembre del 2021. Stellantis Vigo y 120 fabricantes de componentes del automóvil no encuentran cabida en el PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) del vehículo eléctrico y conectado, que es la única vía para acceder al dinero de Europa que administra el departamento de Reyes Maroto. El sector ha trazado un plan de inversiones, el proyecto Autoäncora, que movilizará 1.300 millones de euros, necesario para garantizar su competitividad de cara a la adjudicación de nuevos modelos a partir del 2026, cuando empieza a vencer la esperanza de vida comercial de los vehículos que fabrica actualmente. Pero ese plan a día de hoy está parado, en una vía muerta y con muy pocas posibilidades de salir adelante, a no ser que se convierta en un proyecto de país, como hizo Italia o como está haciendo Cataluña, involucrando al propio Gobierno en el proyecto de la planta de baterías que quiere hacer Volkswagen, a cambio, por supuesto, de una suculenta partida de fondos que ya tiene garantizados con su entrada en el PERTE.

Pero ocurre que, en el caso de Galicia, lejos de sumar fuerzas para tirar del mismo carro, quienes tienen la obligación de empujar y defender su futuro, enmudece. El sector calla ante el aldraxe, confiando, tal vez, en que las cosas se acaben solucionando. Ni siquiera las administraciones son capaces de dar muestras de unión en una cuestión tan vital para un sector que genera el 17 % del PIB gallego y da empleo a 30.000 personas. La muestra, ayer en Vigo, en la reunión de seguimiento del PERTE del automóvil. Allí estaban la Xunta de Galicia, la automoción gallega con Stellantis al frente, y el Consorcio de la Zona Franca de Vigo incapaces de coordinar sus mensajes en una sola voz. Al termino de la reunión, Zona Franca emitía un comunicado ensalzando el proyecto que lidera con el CTAG para la construcción de un circuito de pruebas para coches autónomos, que sí ha entrado en el PERTE, sin aludir, ni manifestar apoyo al AutoÁncora; mientras que la Xunta, en otro comunicado, volvía a apelar al Gobierno para que incorpore el proyecto al reparto de fondos europeos. No hay mejor muestra de desunión, a pesar de que todos posaron en una foto de familia, de esas de sonrisa forzada.