La conversión del obispo

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

08 sep 2021 . Actualizado a las 09:39 h.

Xavier Novell resultaba ser una pintoresca combinación de ministro del Dios católico, independentista catalán, homófobo faltón y antiabortista desvergonzado. Destacaba también por su carisma escénico, tan requerido en los tiempos de la pantalla total, y por una promocionada habilidad para ahuyentar a Lucifer, según sostenía él y recogían las abundantes crónicas que en estos años acompañaron su original sacerdocio, tan expuesto y autocomentado. Con un físico pintón y un desparpajo que cotizaba al alza en teles y tertulias, Novell cumplía bien con el papel que cada época parece reservarle a un cura en la escena pública. Antes que él fue el padre Apeles, que de Crónicas Marcianas y el Telecupón se encaminó hacia el Ejército de Tierra y mucho antes Vicente Mundina, el cura de las plantas, que enseñó botánica a media España cuando TVE era la única tele que se podía sintonizar.

Pero la biografía de Xavier Novell ha dado un giro que confirma que estaba hecho de la pasta que requiere el presente. El cura se hizo hombre y renunció a los hábitos y al obispado de Solsona por el amor de una mujer. Una escritora de novelas erótico satánicas, divorciada y madre de dos hijos ha acompañado a Novell en su viaje de vuelta de Damasco en un peripecia que observan con intriga todos aquellos a quienes él juzgó y condenó con la dureza en la que solo militan quienes no albergan ninguna duda hasta que la duda los devora. Qué pensarán a estas horas de su pájaro espino esos feligreses que cada domingo escuchaban sus recetas para reorientar homosexuales o esas mujeres a las que escupió por abortistas. El obispado que abandonó por un amor de carne y hueso atribuye al diablo su conversión y reclama con urgencia un exorcismo. Pero el viaje de Novell no puede ser más humano. Consejos vendo...