Gracias por estar ahí

Sabela del Río FIRMA INVITADA

OPINIÓN

CAM

31 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La donación y el trasplante de órganos es uno de los actos más altruistas y de gratitud entre personas. Esta muestra de solidaridad: dar nuestros órganos cuando ya no los necesitamos para salvar otra vida, sitúa a Galicia a la cabeza de donaciones en nuestro país. Mucho han cambiado las cosas desde que Barnard en 1967 realizó el primer trasplante de corazón y observaba incrédulo como latía el órgano que acababa de implantar, o desde aquel 23 de abril de 1965 cuando el doctor Gilvernet realizaba con éxito los primeros trasplantes de riñón en España. Desde entonces miles de ciudadanos mejoraron sus expectativas y su calidad de vida gracias a recibir implantes de corazón, hígado, pulmones, riñones, páncreas o córneas. Parte del éxito se debe a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que coordina de forma cooperativa, eficaz y solidaria las actividades necesarias para que el ciudadano que necesite un órgano tenga las mayores y mejores posibilidades de conseguirlo.

Los anestesiólogos jugamos un papel importante en todo el operativo, pues nuestra participación abarca todo el proceso. Representamos la especialidad médica más numerosa del operativo y participamos en todas las fases del mismo. La propia ONT nos describe como «los médicos especializados en la protección y seguridad de la vida de los pacientes ante cualquier situación extrema quirúrgica o en UCI de Anestesiología». Las labores de coordinación de equipos una vez conseguido el órgano a trasplantar y de apoyo para las familias donantes son realizadas mayoritariamente por compañeros de la UCI médica, aunque cada día hay más hospitales donde los anestesiólogos son coordinadores. Durante la extracción de órganos, nos ocupamos del mantenimiento intraoperatorio del donante, para que los órganos se trasplanten en las mejores condiciones posibles. En las cirugías de trasplante, buscamos la máxima seguridad y protección para el receptor del órgano, y que los cirujanos operen en las condiciones óptimas para lograr el mejor resultado.

Los cuidados del paciente trasplantado son muy complejos. Estos se realizan en unidades especializadas, unidades de cuidados intensivos posquirúrgicos anestesiológicas o UCI médicas hasta que el paciente recibe el alta a planta de hospitalización. El éxito depende de la colaboración de múltiples profesionales, pero como reconoce la ONT ningún trasplante podría llevarse a cabo sin la labor asistencial de los anestesiólogos. Nuestra gratitud al reconocimiento que nos hace recientemente la ONT en sus palabras: «Gracias por estar siempre ahí, cuidando de los donantes, sus familias y los pacientes trasplantados».