Mucho 2050 y poco 2021

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CON LETRA DEL NUEVE

OPINIÓN

FERNANDO CALVO / MONCLOA HANDOUT

19 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras en la Oficina de Prospectiva de la Moncloa Iván Redondo y sus ufólogos oteaban a lo lejos tratando de vislumbrar la España del 2050, aquí abajo, en el prosaico mayo del 2021, Marruecos ponía patas arriba la frontera con Ceuta pulsando las teclas de la diplomacia real. No tiene tanto glamur como el Power Point y los cien expertos abajo firmantes, pero resulta mucho más eficaz. El guantazo de Rabat a Madrid invitando amablemente a ocho mil inmigrantes a darse un paseo por la ciudad autónoma no sé si se seguirá oyendo dentro de treinta años, cuando la España imaginaria de Sánchez y Redondo pase de las diapositivas a los libros de texto, pero tal vez marque un antes y un después en este concurrido patio de vecinos que es el Mediterráneo.

A la Unión Europea en general y España en particular les gusta tanto entretenerse con sus papeles y sus documentos transversales que, de vez en cuando, viene la vida real, les suelta uno de estos soplamocos antológicos y se queda mirando, a ver si espabilamos. Pero casi nunca espabilamos y mientras preparamos una bondadosa e inocua declaración conjunta, llegan las cancillerías que hacen cosas de adultos y nos quitan de los morros las vacunas o las fronteras, mientras nosotros escribimos un airado tuit de protesta en lenguaje inclusivo.

No digo yo que tengamos que competir en la belicosa liga de los supervillanos. A eso siempre nos ganarán China, Rusia, Irán y sus secuaces. Ni damos la talla ni deberíamos renunciar a nuestro fair play. Pero, al menos, recordemos al elegante John Fitzgerald Kennedy, que cuando Moscú quiso plantarle en Cuba un silo de misiles, se atusó el flequillo y avisó: «Cuando el juego se pone duro, los duros entramos en juego». No hizo falta mucho más.