Jersey y los estragos del «brexit»

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

MARC LE CORNU | Reuters

07 may 2021 . Actualizado a las 09:03 h.

Durante siglos, el Reino Unido dominó los mares apoyándose en una red de posiciones estratégicas. Cuando la conquista territorial no resultaba interesante o era difícil y costosa, se limitaban a apoderarse de enclaves marítimos donde ubicar puestos comerciales y militares que permitieran a sus naves repostar durante las largas travesías. De ahí el dominio sobre Hong Kong o los denominados Trucial States en el Golfo Pérsico.

Sin embargo, el caso de las denominadas Islas del Canal deriva de un proceso histórico distinto. Tras pasar su dominio al ducado de Normandía en el año 933, como consecuencia de los diferentes avatares en las coronas francesas y británicas, acabarían siendo incorporadas al Reino Unido en 1066. Desde entonces, pese a la proximidad geográfica a las costas francesas, las Islas del Canal han estado vinculadas a Gran Bretaña con un amplio estatuto de autonomía.

En las décadas en las que el Reino Unido permaneció en la Unión Europea, los derechos de pesca en toda su costa, las islas incluidas, estaban determinados por la política dictada desde Bruselas. Con el brexit la situación ha cambiado, de tal suerte que los pescadores franceses que solían faenar en Jersey se han encontrado ahora con que, además de necesitar una licencia, esta limita el acceso a los barcos de 12 metros de eslora, el número de estos, así como los tiempos y cantidades de las capturas.

A modo de protesta, una flotilla de pesqueros francesa se ha acercado al puerto de Saint Helier amenazando con bloquearlo, mientras la ministra gala de Asuntos Marítimos ha advertido que puede cortar el suministro eléctrico de la isla. Por su lado y como parte de la campaña electoral local, Gran Bretaña ha enviado dos patrulleras para supervisar la situación.

Está claro que Johnson no va a tener una fácil travesía este año. El brexit, cuyos defensores consideraban una panacea, está resultando un jarabe amargo de tragar con el reinicio de las tensiones en Irlanda del Norte, la amenaza de un nuevo referendo en Escocia y, ahora, el enfrentamiento en las Islas del Canal.