Así se fabrica una lideresa

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

Mariscal

05 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay que reconocer a Miguel Ángel Rodríguez, MAR, el mérito de haber construido de la nada a una lideresa como ahora es Isabel Díaz Ayuso. El que fuera gurú de Aznar, de colmillo retorcido, se ha reciclado utilizando las técnicas del trumpismo y adaptándolas a la realidad madrileña, donde la derecha lleva gobernando 26 años y es muy fuerte. Su diseño de una política de enfrentamiento total con el Gobierno en plena pandemia y la búsqueda desesperada de Pedro Sánchez como antagonista, hasta poner a los dos dirigentes casi en el mismo plano, han contribuido decisivamente al afianzamiento de la figura de Ayuso. La defensa que ha hecho la presidenta de un madrileñismo casi nacionalista, al estilo de los independentistas catalanes, y el uso y abuso del término libertad para apropiárselo han sido estrategias exitosas de cara a su electorado y a los sectores más despolitizados. Obviando en la campaña asuntos que la perjudicaban, como la gestión de la pandemia, la masacre en las residencias o la pobre inversión en la sanidad pública. Como se dice ahora, ha impuesto los marcos del debate, sin que la izquierda se haya podido zafar. Además, tuvo claro desde el principio que los muertos no votan, pero los hosteleros y sus familias sí; y son muchos. Por eso dejó abiertos bares y restaurantes. Pero todo parte del error catastrófico que supuso la fallida moción de censura en Murcia, que ha dado como resultado el suicidio de Cs, cuyos votos ha absorbido el PP, y un varapalo para los socialistas, que pagan no haber tenido los reflejos suficientes para presentar otra simultánea en Madrid que hubiera impedido la convocatoria de elecciones. A ese gravísimo fallo hay que añadir otro, mantener como candidato a Ángel Gabilondo, que hizo una oposición muy blanda durante los dos últimos años y ya saboreaba el cargo de defensor del Pueblo. La consecuencia de este desastre político y estratégico es que da alas al PP nacional y desgasta enormemente a Pedro Sánchez.